Los resultados de las elecciones municipales chilenas han dejado un serio recado en las urnas a la presidenta del país, Michelle Bachelet, y a su coalición de Gobierno. Si bien la oficialista Concertación se impuso en el porcentaje de votos a concejales, con un 45% frente a un 36% de la oposición, la derechista Alianza por Chile ganó en la votación de alcaldes con un 40,5% de los votos frente a la coalición que apoya a Bachelet, con 38,5%. Además, la Alianza logró las plazas más importantes, en las que se concentra la mayor parte de la población. En Santiago de Chile, el líder de la derecha, Pablo Zalaquett, aventajó al democristiano Jaime Ravinett en doce puntos y retuvo el poder para la oposición.
En Viña del Mar, Valparaíso, Concepción, Temuco y Punta Arenas también triunfó la Alianza, lo que ha llevado a la presidenta a preparar cambios en su Ejecutivo. En diciembre del 2009 hay presidenciales y remodelará su Gobierno para tratar de reafirmar su liderazgo en el último año de legislatura. Bachelet ha pedido «unidad, unidad y más unidad» en sus filas, lo que no ha evitado que las diferentes facciones de la heterogénea Concertación vayan tomando posiciones de cara a las candidaturas para los comicios al palacio de la Moneda.