Rusia y la UE buscan abrir una nueva etapa de más cooperación

Marina Estévez

INTERNACIONAL

27 jun 2008 . Actualizado a las 02:00 h.

Los líderes de Rusia y de la Unión Europea (UE) llegaron ayer a la localidad siberiana de Jantí-Mansiysk con la intención de dar una nueva dimensión a sus relaciones en su trigésimo primera cumbre, en la que se estrena como anfitrión Dmitri Medvédev.

El sucesor de Vladímir Putin en la presidencia fue el último en llegar al aeropuerto de la capital del Kuwait ruso. Poco antes lo habían hecho el primer ministro de Eslovenia, Janez Jansa, presidente de turno de la UE; el titular de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, y el jefe de la diplomacia europea, Javier Solana.

Anoche participaron en una cena en la que estaba previsto abordar las cuestiones más espinosas de la agenda bilateral. Los líderes de la UE quieren «conocer» a Medvédev y «buscar una relación más constructiva y encarada al futuro» con el sucesor del ahora primer ministro de la Federación Rusa.

La principal decisión que saldrá de esta cita, ya hoy, será el pistoletazo de salida a las negociaciones de un nuevo acuerdo marco para las relaciones bilaterales, adaptado a la realidad de una UE de veintisiete Estados y una Rusia más dispuesta a estrechar vínculos comerciales y energéticos con sus vecinos.

El anterior acuerdo es de 1997 y su superación llevaba dos años bloqueada por las diferencias entre Moscú y antiguos aliados que ahora le plantean problemas desde la UE, como Polonia y Lituania.

Varsovia mantuvo su veto durante más de un año a causa del bloqueo ruso a su carne por no cumplir, supuestamente, los estándares sanitarios. Después, fue Lituania la que elaboró un listado de problemas políticos y energéticos con Rusia, superados hace un mes, cuando los Veintisiete dieron el mandato a la Comisión Europea para que empezaran las negociaciones.

Conversaciones en Bruselas

Las conversaciones, que comenzarán el 4 de julio en Bruselas, versarán sobre cooperación política, integración económica, energía, libertad, seguridad, justicia e inmigración.

Es especialmente importante el marco que se adopte para las relaciones energéticas, ya que la UE recibe de Rusia el 16% del petróleo y el 20% del gas que consume, y ese país a su vez destina a la Europa comunitaria el 53% de sus exportaciones de petróleo y el 62% de las de gas.

A cambio de sus suministros, Rusia también pretende tener más inversiones europeas.

Además, la delegación europea espera «progresos» en las conversaciones para la entrada de Rusia en la Organización Mundial del Comercio (OMC) en noviembre del 2008, en especial en las diferencias en el sector maderero.

Desavenencias

Entre las desavenencias, la UE reiterará «con palabras claras» su apoyo a la integridad territorial de Georgia, en cuyos territorios separatistas Rusia acaba de incrementar su presencia militar. Medvédev pedirá más derechos para las minorías lingüísticas rusas en los países del Báltico, adelantó su asesor de política Exterior, Sergei Prichodko.

También esperan firmar una declaración conjunta sobre cooperación fronteriza y la implementación de al menos siete programas desde el norte de Finlandia y el noroeste de Rusia al área del mar Negro, con una inversión de 317 millones de euros de la parte europea y 122 millones de la rusa.