La Justicia chilena concede a Fujimori la libertad bajo fianza

Robert Mur CORRESPONSAL | SAN. DE CHILE

INTERNACIONAL

Alan García y Humala, preocupados por su influencia en los comicios No podrá abandonar el país hasta que se decida la extradición formulada por el Gobierno de Perú

18 may 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

El Tribunal Supremo de Chile otorgó ayer la libertad bajo una fianza de 2.250 euros al ex presidente peruano Alberto Fujimori, tras pasar más de seis meses encarcelado en un recinto penitenciario especial de Santiago. Fujimori no podrá abandonar el territorio chileno mientras no se resuelva la solicitud de extradición formulada por el Gobierno peruano, que lo reclama por diez delitos de corrupción y dos de violaciones de los derechos humanos. El juez Orlando Álvarez, que instruye la causa de extradición, había negado reiteradamente la libertad al ex mandatario, acogiendo la demandas de los abogados del Estado peruano, que aseguraban que había riesgo de fuga y que Fujimori era un peligro para la sociedad. Sin embargo, el Supremo revoca esa decisión y afirma en su fallo de ayer que «la libertad del requerido no es un peligro para la seguridad de la sociedad ni de las víctimas y no entorpecerá las diligencias pendientes». El Gobierno chileno acogió la decisión judicial con respeto, mientras que en Perú los dos candidatos presidenciales a la segunda vuelta electoral del 4 de junio reaccionaron de manera diferente. Mientras el aspirante socialdemócrata Alan García pedía calma, el nacionalista Ollanta Humala dijo que la medida «es motivo de preocupación para los peruanos», aunque pidió que no se politice el asunto. Riesgo de fuga Por su parte, el procurador de extradiciones del Estado peruano, Iván Montoya, insistió en que la decisión «aumenta la probabilidad de fuga» de Fujimori, al igual que Alfredo Etcheberry, abogado chileno que representa a Perú en Santiago, que al conocer la decisión exclamó: «Por supuesto que temo una fuga». Fujimori llegó por sorpresa a Chile el 6 de noviembre procedente de Japón, donde estuvo refugiado desde el año 2000. Al día siguiente fue detenido y encarcelado en la Escuela de Gendarmería de Santiago, donde prácticamente ha sido el único reo durante los últimos seis meses.