Las kuwaitíes se hacen oír

Mercedes Lodeiro Paz REDACCIÓN

INTERNACIONAL

RAED QUTENA

Crónica | Kuwait estrena el sufragio universal Con el reconocimiento de los derechos políticos a las kuwaitíes, Arabia Saudí ya es el único país del mundo en el que la mujer no tiene ni voz ni voto

21 may 2005 . Actualizado a las 07:00 h.

Las kuwaitíes están de enhorabuena desde el pasado día 16, cuando el Parlamento aprobó un proyecto de ley en el se reconocen sus plenos derechos políticos, lo que les abre las puertas a su participación como votantes y candidatas en las elecciones parlamentarias, aunque su situación social mejora con mucha lentitud. No cabe duda de que se trata de una decisión que marca un hito en la historia del país, y que al mismo tiempo marca otro en su vecina Arabia Saudí, el único país en el que todavía el sufragio femenino está vetado. El camino para llegar al sufragio universal en Kuwait no fue fácil, lo que quedó reflejado en la votación de los diputados, 35 votos a favor frente a 23 en contra y una abstención. Si en el mundo occidental fue la Iglesia Católica la reaccia a sacar a la mujer de su rol tradicional de esposa y madre, en el mundo árabe fueron y son los fundamentalistas islámicos los que se aferran a la Ley Sharia (islámica) para justificar la ausencia de la mujer en la política. Kuwait, junto a Bahreim, es el único de los seis países del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico (CCG) -Arabia, Omán, Qatar, y Emiratos Árabes Unidos-que tiene un Parlamento elegido por sufragio popular. En el caso de Bahreim ya es universal. La Constitución kuwaití de 1962 otorga igualdad de derechos a hombres y mujeres, pero la ley electoral del mismo año ha mantenido discriminadas a las mujeres. Fue el emir, el jeque Yaber Al Ahmad Al Sabah, quien en 1999 decretó que las mujeres podían votar y optara un escaño en el Parlamento, pero éste lo denegó porque la decisión fue tomada cuando la Cámara fue disuelta. Fundamentalistas suníes y legisladores tribales consideran que es indecente que las mujeres se mezclen con los hombres, porque ellas deben estar en casa y cuidar de la familia. Son los mismos que condenaron las escenas «demasiado sexuales e indecentes» de los Juegos Olímpicos de Atenas. Los mismos que las tratan como subordinadas y callan ante la violencia que sufren en sus hogares porque eso es «un asunto familiar», denuncia Amnistía Internacional. Los musulmanes chiíes creen, en cambio, que la participación femenina en la vida pública es fomentada por el Islam. Hay diplomáticas kuwaitíes, altas ejecutivas en el sector del petróleo y la educación. Ese fue el primer escalón en la lucha. ¿Y cómo se llegó al 16 de mayo?. Las presiones populares, junto a las externas, sobre todo de Estados Unidos y su plan de democratizar el mundo árabe, han llevado a las monarquías conservadoras a introducir reformas democráticas. Arabia, sólo de hombres En la vecina Arabia las mujeres no pueden ni conducir un coche ni viajar sin el consentimiento de un pariente varón. Y mucho menos votar. Este país celebró el pasado enero las primeras elecciones de la historia del reino. Sólo ellos tuvieron voz. En abril, el muftí, jeque Abdulaziz al Sheij, la máxima autoridad religiosa del país, decretó que las saudíes podían oponerse a contraer matrimonio en contra de su voluntad, lo que, según él, contradecía la ley islámica. Fue otro avance. En Omán, donde hay tres ministras, también se abrió en abril una espita de «libertad». Se autorizaron los matrimonios con ciudadanos de países del CCG. En Emiratos Árabes Unidos no hay elecciones, pero hay una ministra de Economía, el puesto más alto jamás ocupado por una mujer en el Golfo. En Qatar, en el 2003, fue nombrada una ministra de Educación. Las bahreiníes participaron en un referédum en el 2001 y al año siguiente en unas municipales y legislativas.