De A Coruña a Afganistán para trabajar de intérprete

Santiago Garrido Rial
Santi Garrido REDACCIÓN

INTERNACIONAL

M.D.E.

Kamiar Yazdanian, nacido en Irán, educado en la India, ex refugiado de la ONU y residente en A Coruña, trabaja con las tropas españolas y traduce darí-farsí

19 ene 2004 . Actualizado a las 06:00 h.

Tiene vida novelesca, si por tal se entiende una enrevesada hoja de ruta vital y un desarraigo que parece que no quiere desaparecer. Kamiar Yazdanian, o Kami, que es como le llaman los amigos, es uno de los dos intérpretes que trabajan para el Ejército español en Afganistán, a su vez integrado en la Fuerza Internacional de Apoyo a la Seguridad (Isaf), con 5.000 militares de 33 países. De su labor, y de la de su compañero Mohamed Said Momeni (ambos dominan el darí-farsí, la principal lengua de la zona), depende la eficacia de las labores humanitarias, las compras de explotación local y, en general, de cualquier actividad de relación con los afganos, como un simple regateo en los mercadillos (ya son unos expertos) o la mediación entre soldados de distintas nacionalidades. Kamiar, nacido en 1969, es un vecino más de Labañou, en plena capital herculina, desde 1986. Pero antes de llegar a tierras españolas recorrió medio mundo. Comenzando por Teherán, capital de Irán, donde nació. Con diez años sus padres lo enviaron a un colegio interno a la India, de férrea disciplina inglesa, para evitar su alistamiento en la guera contra Irak. Cuando se produce el conflicto, no pueden enviarle divisas y se convierte en refugiado de la ONU. Después, su madre lo envía a A Coruña, donde estudiaba una hermana, y aquí completa sus estudios secundarios, aprende español y gallego (también lo habla, pero dice que le da vergüenza por temor a hacerlo mal) e inicia la carrera de Filología inglesa, además de realizar diversos trabajos. En el 2000 obtiene la nacionalidad española y, en julio del pasado año, a propuesta del Ministerio de Interior dados sus conocimientos de lenguas, se incorpora al quinto contingente español en tierras afganas. Desde allí, en el campamento Warehouse, y a través del teléfono vía satélite, explica que está satisfecho con su trabajo. Es civil, pero tiene que vestir como militar e integrarse en su disciplina, cuestión que no le preocupa. «Aquí me siento útil, podemos solucionar muchos problemas», explica Kami. En breve se viene de permiso a casa, pero espera continuar al menos cuatro meses más. en el país asiático. A pesar de la distancia, mantiene inquebrantable su afición al Deportivo. Se ha llevado una camiseta y una bufanda del equipo que rodea su espejo. Su compañero de habitación es del Atlético, y reconoce pasó un mal momento cuando, hace unos días, el conjunto colchonero descabalgó de la Copa al coruñés. En el contingente hay dos gallegos. José Marcos López Abel, de O Picato (Lugo) y experto en seguridad, participó en la protección del convoy del ministro de Defensa, Federico Trillo, cuando viajó, recientemente, a la base. El otro es el cabo Jesús Veiras Suárez, de Oroso, buceador de asalto. En total, el contingente español está integrado por 104 miembros del Ejército de Tierra y 19 del Aire que serán relevados, entre el 21 y el 23 de este mes, por otros compañeros.