EE. UU. ya tiene más negros en prisión que en la universidad

Jaime Meilán del Río REDACCIÓN

INTERNACIONAL

PAT SULLIVAN

La cifra de reclusos afroamericanos se ha quintuplicado desde 1980 El incremento de presos ha sido paralelo al de la construcción de centros penitenciarios penitenciarios

28 ago 2002 . Actualizado a las 07:00 h.

Le llaman la tierra de las oportunidades. Aunque nunca se llega a matizar que no son las mismas para todos. Pocos, cuando se refieran a Estados Unidos, enfatizarán una estremecedora realidad revelada por un estudio hecho público el pasado martes: actualmente, los varones estadounidenses de raza negra tienen más posibilidades de ingresar en prisión que en una universidad o en un centro equivalente de estudios superiores. Según el Justice Police Institute, el número de negros que se encuentran en un centro penitenciario se ha multiplicado por cinco en las dos últimas décadas. En 1980, la cifra de reclusos con piel de ébano ascendía a 143.000. Y veinte años después superó el listón de los 791.000. Ese ascenso, vertiginoso de por sí, es aún más escalofriante cuando se compara con las estadísticas correspondientes a la enseñanza superior. En 1980, eran 463.700 los afroamericanos matriculados en las universidades estadounidenses. Es decir, tres veces más que los que vivían tras las rejas. Por contra, la cifra de universitarios sólo ascendió hasta 603.032 en el 2000. O 188.000 menos que la registrada en la larga lista de presidiarios. Curiosamente, apunta el Justice Policy Institute, una asociación de Washington que favorece alternativas a la privación de libertad, el incremento de reclusos negros fue paralelo al bum de la construcción de centros penitenciarios, que comenzó en torno a 1980. Todd Clear, catedrático de la Universidad John Jay de Justicia Criminal, en Manhattan, declaró a The New York Times que estos datos «nos dicen que ha habido una política pública que ha sobreenfatizado las inversiones en justicia criminal, en lugar de en educación para la población negra». Durante las dos últimas décadas, la cifra de estadounidenses, de cualquier raza, en prisión se ha cuadriplicado, hasta alcanzar los 2,1 millones en el 2000. Y uno de cada 32 adultos se halla entre rejas o en libertad condicional. Los negros sólo representan el 12% de la población. Proporción que se transforma en un 46% cuando la referencia se limita a la población carcelaria.