El líder cubano denunció durante la Cumbre Iberoamericana que se celebra en Panamá la intención del terrorista Luis Posada de asesinarlo El presidente cubano Fidel Castro dejó perplejos a los asistentes a la X Cumbre Iberoamericana al denunciar en rueda de prensa un plan para asesinarlo, que motivó la inmediata detención de un activista de 72 años acusado de varios atentados. Con su denuncia, el dirigente cubano pasó rápidamente de verdugo a víctima tras las críticas de varios mandatarios contra La Habana por no apoyar una declaración de la cumbre en contra del terrorismo de ETA. Castro, nada más llegar del aeropuerto, acaparó toda la atención al acusar a la Fundación Nacional Cubano-Americana de encargar su muerte a Luis Posada Carriles.
19 nov 2000 . Actualizado a las 06:00 h.Luis Posada Carriles es un veterano anticastrista acusado de numerosos actos violentos, el más sangriento la voladura de un avión Caracas-La Habana en 1976 en la que perecieron sus 73 ocupantes. Castro advirtió que las autoridades panameñas ya estaban advertidas de la presencia de Carriles y varios de sus compinches y de sus intenciones de utilizar explosivos y armas para atentar contra él. La reacción de las autoridades panameñas no se hizo esperar y, apenas unas horas después, se anunció la detención de Posada Carriles y otras tres personas en un hotel de la ciudad. En Miami, la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) negó las acusaciones y las calificó de falta de fundamento. "Fidel Castro es como una vieja vedette que llega a las fiestas y necesita llamar la atención. Es absurdo que continúe acusándonos sin tener pruebas", dijo Ninoska Pérez, portavoz de la FNCA, que desmintió cualquier vinculación de Posada con su organización. El presidente cubano había asegurado que esta nueva conspiración era una más de las "seiscientas" que ha sufrido. Castro dijo que Posada estaba en Panamá desde el día 5. La policía informó de que llevaba un pasaporte salvadoreño a nombre de Franco Rodríguez.