La Commonwealth, optimista ante la crisis en las Salomón

EFE MELBOURNE

INTERNACIONAL

Enviados especiales se reunieron con las facciones rivales Los ministros de Asuntos Exteriores de Australia, Alexander Downer, y Nueva Zelanda, Phil Goff, mostraron su optimismo tras el iniciar ayer en Honiara, capital de las islas Salomón, el diálogo en nombre de la Commonwealth para solucionar la crisis del país tras el golpe de estado del día 5.

10 jun 2000 . Actualizado a las 07:00 h.

El ministro de Asuntos Exteriores de Australia, Alexander Downer, dijo que «hay muchas posibilidades» de encontrar una solución pacífica a la crisis política de las Salomón. Downer hizo estas declaraciones después de que él y su colega de Nueva Zelanda, como representantes de la Commonwealth, se reuniesen con las facciones rivales y el primer ministro salomonés, Bartholome Ulufa''alu. Las facciones rivales son Malaita Eagle Force, los golpistas, y el Movimiento para la Liberación de Guadalcanal. Downer señaló que uno de los temas tratados fueron las compensaciones a los inmigrantes malaitanos, a lo que la comunidad internacional puede colaborar. El problema de las Salomón procede de la masiva emigración de los naturales de la isla de Malaita a la de Guadalcanal y el rechazo de los habitantes de esta última a los «nuevos colonos». El jefe de la diplomacia australiana señaló que continuarán las conversaciones los próximos días y descartó la idea de una intervención militar. «Estamos dispuestos a seguir las conversaciones con el Gobierno de las Salomón y con las otras partes, pero para ello es necesario que se comprometan con el camino de la paz. No habrá un céntimo de compensaciones para nadie si no se sigue esa senda», precisó Downer. El Parlamento de las Salomón votará el jueves una moción de censura contra Ulufa''alu, a quien Malaita Eagle Force no quiere como primer ministro. Los dos enviados especiales de la Commonwealth continuarán hoy en Honiara el diálogo con las partes implicadas. La situación en Honiara transcurrió ayer con tranquilidad, aunque un número de los habitantes dejó la capital camino del campo, mientras que Australia y Nueva Zelanda continuaban con la evacuación de sus ciudadanos y los extranjeros que lo han solicitado.