Agus García: «Fichar por el Celta fue la mejor decisión que tomé en mi vida»

M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

CEDIDA

Siendo céltico conoció a su mujer y madre de su hijo, fallecida hace un año; el pequeño es vigués y celtista y el exfutbolista quiere mantener esos vínculos

31 jul 2022 . Actualizado a las 11:35 h.

La vida le dio hace poco más de un año al exfutbolista del Celta Agustín García, Agus (Bonete, Albacete, 1985) «un mazazo muy grande, una de las peores cosas que te pueden pasar». Su mujer y madre de su hijo vigués de cuatro años, Fany, también viguesa, fallecía víctima de una enfermedad. Pasados los meses, el exfutbolista cuenta que ella ha sido clave para que sus vínculos con esta tierra se mantengan y que quiere que su pequeño, que es celtista, conozca sus orígenes y se sienta orgulloso de ellos y de su progenitora. De su paso por el club celeste (2007/2008), todo son buenos recuerdos.

—¿Cómo le surge la opción de fichar por el Celta?

—Estaba en el Castilla, habíamos descendido de Segunda y, durante el verano, aparecieron opciones. Ramón (Martínez), que me había llevado al Madrid el año anterior, me planteó la posibilidad del Celta, que había bajado. Era un proyecto ambicioso, un club grande y tenía muchas ganas. Fue fácil decidirme.

—Usted fue protagonista, pero las cosas no fueron bien en lo colectivo. ¿Cómo lo resumiría?

—Teníamos un equipo con futbolistas que habían jugado en Primera, incluso en Europa, y se ficharon nombres que luego fueron grandes jugadores, como Mario Suárez, Diego Costa o Adrián. La plantilla era buena, pero Segunda es una categoría complicada donde nada te garantiza el éxito. Fue un año duro, difícil, de cambios de entrenadores e inestabilidad. Se esperaba que estuviéramos desde el primer día en zona de ascenso directo y no lo logramos. El equipo no rindió como hubiera esperado todo el mundo y no dimos la talla; colectivamente, fue un fracaso.

—¿Y en el plano individual?

—Para mí fue un año bueno. Era muy joven e iba a sumar minutos y coger experiencia. Pude jugar mucho, aprender de grandes futbolistas como Juanma Peña, Rubén González, Lequi, Contreras... Tuve compañeros de posición veteranos que me aportaron mucho y crecí muchísimo.

—También coincidió con jóvenes como Iago Aspas, que debutó aquel año. ¿Qué puede decir de aquel Iago?

—Es difícil decir que te esperas que vaya a ser el jugador que ha sido a nivel mundial, con el rendimiento que ha dado. Pero sí que le ves cosas diferentes, un descaro tremendo y unas condiciones técnicas increíbles. No esperas que vaya a alcanzar ese nivel, y encima en aquella época había más gente que venía pisando fuerte como Michu, Sergio, Yoel, Joselu, Abalo, Toni...

M. Moralejo

—¿Qué fue lo mejor y lo peor?

—Tengo claro que, a nivel personal, ir al Celta fue la mejor decisión de mi vida con diferencia. Conocí a mi mujer en Vigo, mi hijo nació ahí y tengo grandísimos amigos. Todos mis recuerdos son muy buenos.

Perdió a su esposa hace un año. ¿Cómo lo sobrelleva?

—Mentiría si dijera que bien. La vida nos dio un mazazo muy grande, nos encontramos ante una de las peores cosas que te pueden pasar. Pero, por desgracia, la vida continúa. Tengo un hijo de cuatro años y tengo que hacer todo lo posible para que crezca feliz. No se puede hacer mucho más que estar orgullosos de ella, de cómo luchó hasta el último día y lo felices que nos hizo.

—Ella habrá sido clave para mantener su vínculo con Vigo todos estos años.

—Sí, claro. Ella es lo mejor que me llevé de allí. En los últimos trece años, he ido de manera continua, al menos en vacaciones, siempre que podíamos. Vivimos tres años allí . Considero que mi hijo es vigués y así seguirá siendo. Intentaré que, aunque mi mujer ya no esté, él se sienta así para siempre y que esté orgulloso de ser gallego y de Vigo. Él, cuando le preguntan, dice que es celtista. Fíjate que yo soy de Albacete, pero a él siempre le sale decir que es del Celta. Y yo también. Sigo mucho la actualidad del equipo.

—¿Sintió el apoyo del club y del celtismo cuando sufrió la pérdida de su esposa?

—Sí, recibí muchísimo cariño por parte de gente de Vigo, tanto personas que trabajan en el club como otras que no, pero que conocí a través del Celta. Hubo representación del club en el momento más complicado y les estaré agradecido siempre.

XOAN CARLOS GIL

«Con Luís Campos y Calero, el equipo está en muy buenas manos»

Agus se dedica ahora a la representación de jugadores con la que fue su agencia de toda la vida. También sigue formándose y no pierde detalle de lo que ocurre en el Celta. Amigo de Juan Carlos Calero, la persona de confianza de Luís Campos en Vigo, augura éxito al proyecto.

—¿Cómo es su nueva vida en labores de representante -lleva a varios canteranos del Celta-?

—Estoy con la empresa con la que llevo toda mi vida. Me dedico a ello desde que dejé de jugar, en el 2020, y estoy muy contento. Es algo relacionado con lo que más me gusta y lo disfruto mucho.

—Además, sigue formándose. Compartía en redes un trabajo relacionado con el Celta.

—Sí, he terminado un máster en la UCAM Murcia sobre big data, temas relacionados con los datos aplicados al fútbol. Realicé un trabajo de fin de curso para analizar mediante el dato el rendimiento de la plantilla del Celta el año pasado con vistas a este.

—¿Cómo ha visto al Celta de Coudet en este año y medio?

—Cogió al equipo en un momento complicado y le cambió la cara de manera radical. Mejoró mucho con él y creo que este año, de cara al centenario, el club va a apostar fuerte. No están llegado los fichajes que esperábamos de momento, pero estoy seguro de que se va a confeccionar una buena plantilla. Con las llegadas de Luís Campos y Calero, al que conozco de Albacete y es amigo, están en buenas manos. El del centenario será un gran año.