El Chacho moldeó al Chucky en Rosario Central

La Voz VIGO

GRADA DE RÍO

PEDRO NUNES

Coudet podría reencontrarse con Cervi, un jugador al que hasta le cambió la alimentación e impulsó hacia Europa

27 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando Franco Cervi (San Lorenzo, 1994), alias Chucky, subió al primer equipo de Rosario Central pesaba 63 kilos y la primera decisión de Coudet, su técnico y mentor desde entonces, fue recomendarle un plan de alimentación que le llevó a subir hasta los 71. En pocas semanas, se vieron los resultados. El dato solo confirma la influencia que el Chacho tuvo en la carrera balompédica del Chucky, el que puede ser nuevo jugador del Celta si al final los vigueses solucionan la salida de Olaza y completan el acuerdo que tienen casi cerrado con el Benfica para incorporar al argentino en los próximos días.

 

Cervi es un producto de Rosario Central. Nacido a 23 kilómetros, en la localidad de San Lorenzo (Santa Fe), se formó desde los seis años en sus categorías inferiores. Allí le apodaron sus compañeros el Chucky, por el personaje protagonista de la película de terror. Su camino no fue fácil, y su endeblez física se convirtió en un obstáculo para crecer en la cadena de filiales del club rosarino hasta llegar al primer equipo. Pero su falta de cuerpo (mide 169 centímetros) la suplió con sus habilidades técnicas hasta alcanzar el primer equipo. Lo hizo en noviembre de 2014 cuando debutó con el primer equipo, ante Estudiantes en el minuto 79 en un partido que acabó con derrota del cuadro Canalla.

Su buena puesta de largo y la llegada de Coudet a la entidad resultaron providenciales para que Cervi se consolidase en el primer equipo y solo un año después, en el 2015, el santafesino formó un tándem demoledor con Giovani Lo Celso. La dupla se consagró por su habilidad con la pelota, su nivel y su estilo de juego. Aquel año fueron candidatos a ganar todo, tanto lo doméstico como lo internacional (la Copa Sudamericana) pero no llegaron a lograr levantar ningún título.

Sin embargo para Cervi, y también para Lo Celso, fue un extraordinario escaparate para dar el salto al Europa. Al año siguiente llegó al Benfica. En el histórico conjunto portugués fue una referencia durante cuatro años, hasta que su estrella comenzó a apagarse con Jorge Jesús en el banquillo esta temporada. El primer curso (16/17) disputó 26 partidos y desde entonces nunca bajó de la veintena de comparecencias en ligas hasta este curso, en el que ha jugado únicamente cuatro encuentros, el último el pasado lunes y como lateral izquierdo, ante la falta de efectivos.

La defensa no es su hábitat, pero el costado izquierdo sí. El Celta dice querer un jugador ofensivo dinámico y Cervi puede ofrecer ese perfil.

Internacional absoluto en cuatro ocasiones con Argentina, quienes le conocen de primera mano le consideran el típico producto el fútbol argentino y le definen como «zurdo, atrevido y encarador, con inteligencia y verticalidad», con uno contra uno, esa especie en extinción en el mundo del fútbol actual. Y con cambio de ritmo y resistencia para sostener en el tiempo una carrera.

Oscar Vázquez