El Real Madrid desactiva al Celta

Manuel García Reigosa
M. G. REIGOSA REDACCIÓN / LA VOZ

GRADA DE RÍO

EMILIO NARANJO

El colectivo de Coudet no pudo desplegar su fútbol vertical y apenas inquietó

03 ene 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde la llegada de Coudet el Celta es un equipo que, con el balón en los pies, apenas utiliza el punto muerto ni la marcha atrás. Apuesta por un fútbol afilado y vertical, intenta llegar con varios jugadores al área rival. Esa propuesta, lógicamente, comporta riesgos, porque deja espacios. El Real Madrid de Zidane es un colectivo que está sufriendo cuando le toca picar piedra para desordenar a los adversarios que se cierran y se afanan en tapar vías de acceso. Por contra, disfruta a campo abierto. Así de interesante y bonito se presentaba el duelo de Valdebebas. Y así se comportaron los dos contendientes.

Cruz

De área a área y gol. No hubo fase de tanteo. Cada equipo se ajustó a su formato. Los dos aceptan las idas y venidas. Y le salió cruz al Celta. Nolito trazó un gran envío a la espalda de los centrales, Aspas controló y sorteó a Courtois, pero evitó el gol un defensa y el Real Madrid encontró pista libre para armar la contra. En cuestión de segundos se plantó en la otra área, Asensio centró y Lucas Vázquez cabeceó en el segundo palo.

Posesión

Dificultades para recuperar el balón. El Celta es valiente en la presión, pero lo pasa mal cuando tarda en recuperar el balón. Y se encontró con un Real Madrid capaz de esconder el esférico y alargar las combinaciones, con mayor motivo después de adelantarse con el gol tempranero en un contragolpe. También lo pasa mal cuando no puede desplegarse con velocidad. Y el once blanco le puso muchos trabas para traspasar la línea de medio campo. Con más frecuencia que otras veces el conjunto olívico se vio obligado a optar por el pase largo de Rubén. En la primera parte el colectivo de Coudet apenas pisó el área de Courtois.

Vacío

Lesión de Aspas y poco banquillo. El Celta no tiene mucho donde elegir en el banquillo. Y si el que se lesiona es Aspas, peor que peor. No hay sustituto para el faro celeste, el jugador que mejor elige en campo rival, tanto en el pase como en la finalización. Tampoco tiene Coudet un perfil que se le parezca. El técnico recurrió a Fran Beltrán, un medio centro de corte defensivo. Pero no por amarrar, sino porque arriba el Celta va muy justo.

Pérdida

El peor error. Los vigueses juegan ahora con la cabeza puesta en la portería rival. Y por ahí encajaron el segundo gol, en un grave error a la hora de sacar el balón. Modric intuyó y cortó, con medio equipo celeste ya desplegado para dar opciones en la jugada de ataque. Apenas había gente por detrás de la línea del balón. Y en ese escenario el Real Madrid no perdona. Asensio remató solo en el área, con tiempo para pensar, escoger y matar.

Sin plan b

No hay leña para la caldera. A la lesión de Iago Aspas se sumó poco después el cambio de Miguel Baeza por un Nolito que se aplicó hielo en el muslo. El Celta perdió otro poco de vocación ofensiva. Sin Emre Mor en la convocatoria, lesionado, no había leña para la caldera. Coudet sale con todo lo que tiene y con muy poco margen para tratar de meter otra marcha.

Personalidad

Sin el premio del gol. A pesar de todos los contratiempos y de la incomodidad de no poder desplegar el fútbol que más le gusta, el Celta no dejó de intentarlo. Y en el tiempo añadido estuvo muy cerca de conseguir el gol del honor. Supo a poco, a tenor de lo visto en los partidos anteriores. Por primera vez desde la llegada de Coudet al banquillo de Balaídos, el equipo celeste se quedó sin ver puerta.