Dos goles del Real Madrid en el inicio de cada parte acaban con la racha de los vigueses, que además quedan pendientes de la lesión de Aspas

X.R.CASTRO

El fútbol son momentos y en Valdebebas todos fueron blancos. La racha del Celta tocó a su fin en un partido cuyo guion pudo ser muy diferente. La diferencia estuvo en que Nacho negó el gol a Aspas y que Lucas Vázquez marcó para el Real Madrid en la jugada siguiente. Y nada más arrancar el segundo tiempo, el conjunto vigués quedó destrozado en un minuto con la lesión de Iago Aspas y con una pérdida de Murillo en la salida de balón y que terminó con gol de Asensio.

El resto del partido fue de mucho balón para el Celta y control de partido de un Real Madrid que tuvo una noche plácida. Aunque lo peor de todo fue ver salir del campo a Iago Aspas tocado después de un cambio de ritmo que le obligó a pedir el relevo. De su recuperación dependerá en gran medida el futuro inmediato de los célticos.

El primer momento del partido llegó nada más empezar. Apenas medio minuto antes del tempranero gol de Lucas Vázquez, el Celta pudo adelantarse en el marcador en su única ocasión clara del primer tiempo, un pase filtrado por Nolito a Aspas con el moañés superando a Courtois y con Nacho sacando el balón cuando iba camino de la red. La recuperación posibilitó la carrera por la banda derecha de Asensio, la gran novedad en el once del Real Madrid, y el centro del balear acabó con un cabezazo ganador de un Lucas Vázquez a quien su tocayo Olaza no había detectado. El de Curtis estaba detrás del uruguayo y cabeceó sin levantarse.

El 1-0 a los cinco minutos fue un cheque en blanco para el Madrid, que le regaló el balón al Celta pero le negó todos los espacios y desactivó por completo a Aspas, que terminó por bajar hasta el medio campo a buscar el balón para intentar activar un partido tan cerrado como monótono. Porque a los de Zidane les bastaba con defenderse, nunca se sintieron amenazados y solo golpearon en otra ocasión antes del descanso (una volea ajustada de Carvajal) y los de Coudet eran incapaces de llegar al área de portero belga. Las bandas no existían, Denis jugaba en corto sin posibilidad de superar líneas y el juego horizontal y hacia atrás era el caldo de cultivo. Ni rastro del equipo incisivo. El segundo momento del partido también surgió a la vuelta del vestuario. Nada más comenzar la segunda mitad. Primero en forma de lesión, porque una salida a la contra de Iago Aspas con cambio de ritmo incluido terminó con el moañés en el suelo y pidiendo el cambio. Sin cojear y sin aparente dolor, pero con un semblante muy serio.

Acto seguido, en la jugada siguiente, una pérdida de Jeison Murillo con recuperación de Modric acabó con una contra y con gol de Asensio, con un tiro centrado pero duro, que sentenciaba la contienda.Ahí se acabó el partido aunque el Celta, que pasó a jugar con un 4-3-3 con Beltrán, nunca dejó de intentarlo bajo la batuta de Denis ante un Madrid que no perdió la compostura y que comenzó a rotar el equipo.

Benzema mandó el último aviso de los blancos antes de ser relevado y en la recta final, con la entrada de un activo Baeza, los vigueses tuvieron las dos últimas oportunidades. Una bloqueada a Santi Mina y un disparo en la prolongación del cordobés que desvió de nuevo Nacho, el sustituto de Sergio Ramos. El Celta se quedó por primera vez sin marcar desde la llegada de Coudet.

Ficha técnica:

2 - Real Madrid: Courtois; Carvajal (Vinicius, m.84), Varane, Nacho, Mendy; Casemiro, Kroos (Valverde, m.85), Modric (Odegaard, m.85); Lucas Vázquez, Marco Asensio (Hazard, m.74) y Benzema (Mariano, m.90).

0 - Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Araujo, Murillo, Olaza; Tapia, Brais Méndez, Denis Suárez; Nolito (Baeza, m.64), Santi Mina e Iago Aspas (Fan Beltrán, m.51).

Goles: 1-0, m.6: Lucas Vázquez. 2-0, m.53: Asensio.

Árbitro: De Burgos Bengoetxea (Comité Vasco). Amonestó a Marco Asensio (38), Nacho (50), Carvajal (84) y Casemiro (87) por el Real Madrid; y a Brais (10) y Tapia (42) por el Celta.

Incidencias: encuentro correspondiente a la decimoséptima jornada de LaLiga Santander, disputado a puerta cerrada en el estadio Alfredo di Stéfano.