Adaptación y sacrificio, premisas para que la idea de Coudet resulte

X. R. C., M. V. F. VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

RC CELTA

Mosquera, Milucho, Carnero, Curiel y Rubio analizan la apuesta del Chacho

25 nov 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

La visita al Sánchez Pizjuán dejó las primeras pistas de lo que quiere Eduardo Coudet para su Celta. Preguntados por lo que se vio frente al Sevilla, los entrenadores José Luis Mosquera, Milucho Alonso, Moncho Carnero, José Curiel y Adrián Rubio analizan los pros y los contras de la idea del nuevo técnico, así como las opciones de llevarla a cabo y los problemas a los que se enfrenta.

La idea

Luces y sombras

Milucho vio «luces e sombras». «O equipo tiña outra actitude e outra predisposición no partido e no plan de xogo», percibe sin pasar por alto «dez primeiros minutos horrorosos». Aprecia que la línea de presión era muy distinta, así como la intensidad. «Tiña moita xente por dentro para intentar sorprender por fóra. Os xogadores foron quen de asumir que cando non tes o balón tes que ser solidario para recuperalo cada vez que erras», indica.

Curiel habla de «un desbarajuste importante en los primeros minutos» entre lo que pretendían hacer y lo que se reflejó. «La idea de presionar hacia arriba era clara, pero eso necesita trabajo y mucho entrenamiento», comenta. Aunque con el inicio admite que se temió «lo peor», luego le gustó el Celta.

Mosquera se quedó con la sensación de que Coudet es «atrevido», pero también detecta un problema táctico. «Para min, o posicionamento tan avanzado non é do Celta, que debe pensar máis en repregar pero sen instalarse atrás», valora. Coincide con Carnero en que una cosa es la idea que uno trae y otra los jugadores con los que se encuentra. «Los futbolistas que tiene igual no se adaptan mucho al sistema y tiene que ser él el que se adapte a ellos», recomienda.

Para Adrián Rubio, se notó «un lixeiro cambio en canto á intensidade» pese a que la calidad del Sevilla se impusiera. «A nivel de posicionamento, o equipo estivo un pouco máis alto en certos momentos, xuntábase ben cando perdía o balón o rival mantiña a posesión», además de que notó el aumento de la intensidad en algunos jugadores.

Problemas

Armar al equipo desde atrás

A los técnicos les cuesta discernir si es más grave el problema de encajar tantos goles o de no anotarlos. «Los dos son importantes, pero un equipo hay que formarlo siempre desde atrás», plantea Moncho Carnero. «A partir de ahí, de que no te marquen y de medio campo para arriba hay gente de calidad que te puede hacer gol. Con la portería a cero, a poco que se haga, vendrán los puntos», opina.

La receta de Mosquera es «igual non atacar tanto e defender, pero tendo en conta que o Celta non é quen de defender atrás con moitos xogadores». Apuesta por «ferramentas defensivas que teñan en conta como vas xogar e o posicionamento, sen condicionar o ataque, porque se estás a moita distancia, non chega». Una idea similar es la que expresa Milucho, para quien «o Celta ten que volver á seguridade defensiva e manter a portería a cero para poder gañar o partido, se non sempre necesitará un mínimo de dous goles e iso non é nada doado», recuerda.

Rubio y Curiel ponen ambas cuestiones al mismo nivel, aunque el primero matiza que «é certo que o defensivo está custando moitos goles ao Celta e agora o máis importante é que o equipo manteña a portería a cero». Curiel, por su parte, cree que van estrechamente relacionados. «Lo que provoca esta forma de jugar es robar en zonas de campo contrario para realizar ataques rápidos. Hay jugadores que van bien al espacio, que lanzan bien, pero necesitan estar en esa última zona de ataque», recalca. Cree que una cosa llevará a la otra porque «si son capaces de jugar con el equipo adelantado, salvo situaciones en que les cojan la espalda, provoca que el equipo contrario meta menos balones al área de los que meten si están replegados».

Cambios

Falta de fondo de armario

Existe unanimidad respecto a que al Celta le falta fondo de armario. «A plantilla é curta, xa se viu desde que se pechou o mercado. O equipo está xustiño, non hai moitos trocos por posición e o ideal sería que estivesen duplicados», sostiene Rubio al tiempo que supone que habrá fichajes en invierno. Milucho es de la misma idea: «Penso que Coudet veu convencido de que en xaneiro lle traerán dous arxentinos e un dinanteiro aparte, se non non é doado pensar que veñas de Brasil sendo primeiro a meterte neste equipo», sostiene. A los vigueses los ve como «probablemente o equipo con peor fondo de armario de Primeira, non porque os rapaces non teñan calidade, senón porque teñen que aprender e igual aínda non están no paso definitivo», desgrana.

Mosquera comparte que «aos máis novos fátalles experiencia e non os podes meter a solucionar os problemas» y lamenta una mala planificación a la que también señala Curiel. «Es evidente. Se ha ido gente y no se han traído jugadores para suplirlos, lo que obliga a tirar de los chicos de la cantera», argumenta. Considera que, si no se le pone remedio en el mercado de invierno, es un problema que tenía Óscar, que tendrá Coudet y que heredará el siguiente.

Carnero expone que la diferencia de banquillo fue la que decantó la balanza frente al Sevilla. «Lopetegui hizo cambios que mejoraron las condiciones de los jugadores que tenía en el campo, mientras el Celta ahí tiene deficiencias», comenta. Hasta el punto que reconoce que «a veces miras al banquillo y piensas: ‘¿Qué hago?’. Quieres cambiar el ritmo del partido y no ves cómo».

Intensidad

Exigencia máxima

El cansancio del equipo en la segunda parte el sábado impulsa el debate sobre la preparación física del equipo para llevar a la práctica la idea de Coudet. Mosquera entiende que «para un ritmo intenso tes que ter un equipo moi físico» y que no es el caso del Celta, mientras que Rubio espera que haya sido algo puntual y que mejore «co tipo de adestramento ou o cambio de exercicios».

Curiel afirma que «la exigencia es máxima» y que dependerá de que los jugadores se sacrifiquen por ella. Y Carnero explica que los célticos son jugadores «más técnicos, no de desgaste», por lo que le preocupa la adaptación. «Cuando vino Antic, había jugadores cargados y se avisó. Pero se decidió que todos trabajaran por igual y hubo lesiones importantes». Espera que no ocurra algo similar ahora.