La Sampdoria podría vender a Murillo al Celta por diez millones

L. Méndez VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

M.MORALEJO

La operación debería cerrarse antes del inicio de la pretemporada viguesa

31 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Después de cerrar las contrataciones ya apalabradas de Renato Tapia y Vadillo, el Celta se lanza al mercado a por su primer objetivo: Jeison Murillo. El central cafetero es objeto de deseo en la sede de Príncipe y la Sampdoria, el club que posee sus derechos, ya sabe del interés real del equipo vigués por cerrar cuanto antes su contratación.

No debería demorarse mucho una negociación en la que el club celeste tiene las cartas encima de la mesa. Murillo convence y se hará un esfuerzo. Las cifras todavía no son claras, pero se cree que se podría cerrar la operación en una cantidad cercana y no muy superior a los 10 millones de euros. La cláusula del central colombiano que expiró hace un mes rondaba los 14 millones y ahora la Sampdoria accedería a rebajar sus pretensiones.

El conjunto de Génova ha vivido el último mes en el alambre en su liga, al igual que el Celta. Al final, ha certificado con ligera holgura su permanencia en la Serie A otra temporada. Este próximo domingo concluirá la campaña en Italia y se intensificarán contactos. Se pondrán manos a la obra para acelerar una negociación que interesa cerrar por todas las partes implicadas. En el conjunto que dirige Claudio Ranieri no cuentan con Jeison Murillo, el jugador quiere y presiona para quedarse en Vigo y en el Celta quieren que sea el baluarte defensivo de la nueva temporada.

En Italia es de sobra conocido el valor del central. El buen semestre que ha realizado en las filas del Celta no ha pasado desapercibido para el club genovés, que ha recibido llamadas de otros clubes preguntando por el futbolista. Sin embargo, Jeison Murillo solo quiere oír hablar del Celta. Para ello, hay que convencer a la Sampdoria, que no vería con malos ojos pactar pronto una venta. El central tiene confianza en que se cierre todo cuanto antes para poder incorporarse a la pretemporada que daría comienzo en un par de semanas. El fichaje, por lo tanto, no debería demorarse mucho y se insiste en que será antes de que el conjunto céltico empiece a preparar la nueva campaña.

La clave en la negociación es que la idea del jugador permanece inamovible. En Vigo se ha vuelto a reencontrar con su mejor fútbol, conoce LaLiga y ha hecho buenas migas en un vestuario en el que encaja a la perfección. Hasta ahora la Sampdoria no tenía demasiada prisa por realizar movimientos pero, una vez termine la liga italiana el próximo fin de semana, los clubes deberán ponerse a trabajar en un mercado que será atípico y dejará con la incertidumbre durante algunos meses.

La continuidad del central cafetero supondría uno de los grandes fichajes del Celta en los últimos años. Por rendimiento, pero también por cifras. Se trata de un futbolista cotizado, que ha supuesto un salto de calidad pero que exigirá un importante desembolso para las arcas celestes. Sería solo el primer paso para apuntalar una plantilla con la que pelear para espantar todos los miedos labrados en los últimos dos años de agonía.

 

El gran central del Celta

La llegada de Murillo el pasado enero supuso una auténtica revolución en un club acostumbrado a encajar muchos goles cada temporada. El entramado defensivo se descosía por los costados y hacía aguas por el centro. El vaivén de nombres en las últimas temporadas indica que es una posición para que el Celta no ha logrado una garantía. Hasta ahora.

El central internacional con Colombia disputó 18 encuentros en los que cambió la cara al equipo desde la retaguardia. Aportó jerarquía, liderazgo, entereza defensiva y buen entendimiento con sus compañeros. Unos compañeros que, en muchos casos, crecieron en su compañía con el paso de los minutos.

Óscar García era conocedor de las cualidades del central cafetero y desde la cúpula del Celta se vio con muy buenos ojos su aportación sobre el césped y en el vestuario. Los datos tampoco daban lugar a equívocos. Antes del último carrusel de partidos, de infausto recuerdo para los célticos, el conjunto celeste era el equipo menos goleado de toda la segunda vuelta. Tras tres temporadas seguidas encajando más de 60 goles, la recién finalizada se cerró con el guarismo de 49 tantos recibidos, un dato en el que colaboró, y mucho, el colombiano en los 2.373 minutos que disputó sobre el césped.

Ahora, el fichaje de Jeison Murillo puede cerrar la larga travesía del Celta en busca de la estabilidad defensiva.