La temporada pasada visitó el municipal vigués con el Espanyol en la primera jornada
04 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.Borja Iglesias será visitante en Balaídos por segunda vez en su trayectoria deportiva. El curso pasado lo hizo en la primera jornada con el Espanyol y ahora lo hace en la recta final de liga, en menos mes de julio, con el Betis.
Pero entre una y otra visita hay un profundo cambio para el futbolista compostelano que pasó por el Celta B y llegó a debutar en el primer equipo. En Cornellá Borja rompió todos los registros de un debutante en la categoría, lo que resultó un impulso para que Rubi se lo llevase al Betis a cambio de 28 millones de euros, cantidad de la que el Celta percibió 1,4 millones al guardarse un 5 % de una futura venta cuando fue traspasado al Espanyol.
Sin embargo en el Betis está viviendo un año complicado en lo personal y en lo colectivo. Porque el equipo está lejos del objetivo de Europa (tiene tres puntos más que los célticos) y en lo individual porque hasta la fecha marcó tres goles en liga, el último el pasado 19 de enero a la Real Sociedad.
Alternando
Además, las rotaciones verdiblancas en la posición de nueve hacen que el santiagués combine titularidades con salidas desde el banquillo, algo que se mantiene con Alexis Trujillo como entrenador. El nuevo técnico le colocó como titular en los dos partidos de casa (ante Espanyol y el miércoles ante el Villarreal) y salió desde el banquillo en La Nucía en la visita al Levante del pasado domingo. A priori hoy podría cederle su sitio a Loren Morón, pero con toda probabilidad tendrá su oportunidad después.
En el partido de la primera vuelta el gallego había sido titular, completando todo el partido aunque sin llegar a marcar, algo que tampoco hizo en los dos duelos de la temporada pasada con la zamarra del Espanyol: en la ida en Balaídos marcó Hermoso y en la vuelta en Cornellá lo hizo Wu Lei. Las dos contiendas finalizaron con empate a un gol.
Hoy será su cuarta cita ante el Celta en un contexto muy distinto al anterior, con las gradas vacías y con el final de liga apremiando a los dos equipos.
