El Celta podrá contar con los seis jugadores a préstamo más allá del 30 de junio y solo falta por definir quién pagará los 19 días que se prolongarán los contratos
04 jun 2020 . Actualizado a las 05:00 h.El Celta podrá contar con sus siete jugadores cedidos, cinco de ellos con la etiqueta de titulares, en la recta final de temporada más allá del 30 de junio, fecha en la que expiraban oficialmente los contratos. El club tiene la conformidad de todas las partes implicadas y ahora falta por definir quién (el club de procedencia o el que tiene los jugadores en préstamo) correrá con los gastos de estos 19 días, una cuestión menor pero nada baladí en términos económicos.
Desde que se conoció que el equipo volvería a entrenar y que la desescalada apuntaba al regreso del fútbol profesional, el conjunto vigués comenzó a negociar la ampliación de los contratos de todos los cedidos que acababan vinculación (Murillo, Olaza, Bradaric, Pape, Rafinha y Smolov) y desde el primer momento la entidad encontró receptividad en todas las partes implicadas, especialmente en los propios futbolistas.
El propio Óscar García Junyent habló de la implicación de todos ellos en su última comparecencia virtual: «Todos han venido a un gran nivel y se nota por cómo entrenan que tienen ganas de ayudar en estos once partidos». Cuatro de ellos se fueron al parón obligado por la pandemia como fijos en el once (Murillo, Olaza, Rafinha y Smolov) y un quinto, Bradaric, también gozaba de mucho protagonismo, siendo Pape y Jorge Sáenz los menos utilizados.
Esta situación le otorgaba una importancia capital a la continuidad de los jugadores en Vigo más allá del 30 de junio, algo que no podría garantizar ni la FIFA y un asunto en donde más de un estamento balompédico vio la posibilidad de un conflicto legal.
Finalmente el Celta podrá disponer de todos ellos y falta por saber quién correrá con el montante económico de la operación. Por ejemplo, Smolov llegó a Vigo el pasado enero a cambio de 700.000 euros que tenía que asumir al Celta, una cantidad que ahora podría sufrir un leve incremento. Por la cesión de Rafinha, en agosto, el cuadro vigués había tenido que abonar 1,5 millones de euros según informó el Barça.
Descontando que Jorge Sáenz tiene un año más de préstamo en Vigo por parte del Valencia, los seis restantes también se pueden estar jugando su futuro inmediato en estas once jornadas vestidos de celeste. Smolov no disimula que quiere repetir y el club tiene fijada su mente en Rafinha y Jeison Murillo, aunque en el caso del hispanobrasileño en Barcelona apuntan que su futuro podría estar en la Premier.
Otra situación, aunque dispar, es la de Lucas Olaza, cuya opción de compra (valorada en cuatro millones) por el momento no ha llegado a ejercerse y que también parece estar supeditada a la permanencia en Primera División.
