Los buenos principios de Óscar García

x.r.c. VIGO

GRADA DE RÍO

Lalo R. Villar - LFP

El técnico catalán protagonizó excelentes arranques en cuatro de sus proyectos, algo que debe repetir en el Celta para certificar la permanencia

28 may 2020 . Actualizado a las 09:15 h.

Disputar las once jornadas que restan después de estar parados tres meses y con cinco semanas de pretemporada invitan a pensar que se trata del inicio de una nueva liga que en este caso se jugará al esprint y en donde la única correa de transmisión con lo sucedido hasta el 14 de marzo son los puntos acumulados en el casillero. Y repasando los inicios de liga o de llegada a un equipo de Óscar García Junyent, se confirma que el técnico catalán firma buenos arranques en la mayoría de los casos salvo en su paso por el Brighton y su llegada a Vigo, aunque justo antes del parón todo apuntaba que al fin había encontrado la senda del éxito para el cuadro celeste.

De los seis equipos en donde ha estado al menos diez partidos, Óscar García Junyent firma cuatro excelentes puestas en escena. Comenzando por su primera experiencia en el Maccabi de Tel Aviv, en donde ganó ocho de los once primeros partidos cayendo en los tres restantes. Veinticuatro puntos para empezar que le colocaron en la senda del título.

En Salzburgo, en su paso por la liga austríaca, clavó los mismo 24 puntos en la secuencia de los once partidos, pero con la salvedad de que llegó en la jornada 21. La diferencia es que cambió un triunfo (se quedó en siete) por tres empates y una única derrota ante el Ried.

En el Saint-Étienne francés comenzó el campeonato y lo hizo con unos números de lo más decorosos, con cinco victorias y tres empates en las once jornadas iniciales, lo que significó 18 puntos para un equipo que acabó dejando después de 13 partidos.

En Grecia la experiencia con el poderoso Olympiacos comenzó después de 17 jornadas y solo le alcanzó para dirigir a los helenos en diez ocasiones, pero con un ratio de cinco victorias, cuatro empates y una sola derrota que reportaron a los rojiblancos 19 puntos.

Cualquiera de esos bagajes sería sinónimo de permanencia en el Celta, que se fue al parón con 26 puntos y uno de margen sobre la zona de descenso, lo que le deja a unos 14 puntos virtuales de la salvación (cifrada siempre por norma en los 40).

Solo hay dos casos en donde los números difícilmente darían. El primero lo protagonizó en Inglaterra con el Brighton, en donde solo pudo sumar diez puntos con dos victorias, cuatro empates y cinco derrotas. Aun así acabarían con una media de 1,4 puntos por partido.

El último ejemplo ya tiene al Celta como protagonista. A Vigo llegó en la jornada 13 en sustitución de Escribá y al catalán le costó encontrar el rumbo, hasta el punto de sumar el peor ratio en sus equipos con nueve puntos (dos victorias, cinco empates y cuatro derrotas), pero cuando la pandemia llegó, Óscar García ya había dado con la tecla, un aspecto que debe prolongar cuando el balón se ponga en movimiento (se apunta al fin de semana del 13 y 14 de junio) y que se debe unir a sus buenos inicios allí en donde ha estado entrenando.