Todos se emplearon a tope en el trabajo con balón coordinado por Carlos Hugo García Bayón ante la atenta mirada de Óscar García, pero el pase a la fase con pelota no olvidó la puesta a punto física bajo las directrices de Álex Andújar. «Estoy como una moto», comentó el cafetero Jeison Murillo después de una de las series de 100 metros (a lo largo del campo) a un ritmo fijo marcado por el preparador físico. En modo velocista. La sesión del primero de los grupos superó la hora y media de duración.
Como había sucedido en el primer turno, los primeros en romper a sudar fueron los porteros, en este caso Iván Villar y Dragan Rosic. Ellos comenzaban a edificar otro equipo en donde Kevin, Aidoo (que ya entrenó con normalidad tras hacerlo al margen el sábado), Araujo, Jorge Sáenz y Olaza representaban a la zaga, como centrocampistas estaban Okay, Beltrán, Brais y Denis y como jugadores más ofensivos Pione Sisto, Juan Hernández y Iago Aspas, el Toro Fernández. Curiosamente en este grupo estaban los tres que aparecían en el parte médico cuando la pandemia lo paró todo y tanto Denis, como Beltrán y Hernández trabajaron con normalidad y sin limitaciones.