El delantero se resintió del hombro durante el entrenamiento, pero pudo seguir
08 may 2019 . Actualizado a las 21:44 h.Después de pasar casi tres meses sin Iago Aspas y comprobar las consecuencias a nivel de resultados y clasificación, cualquier indicio de que el moañés pueda volver a tener un problema físico supone un susto monumental. Y eso fue lo que ocurrió en el entrenamiento de ayer, en la vuelta al trabajo del Celta después de dos días de descanso posteriores a la victoria frente al Barcelona en Balaídos. Tras jugar infiltrado ese encuentro, el delantero sufrió un choque fortuito que hizo temer lo peor, pero que finalmente quedó en falsa alarma.
Las cámaras de la TVG grabaron el momento en el que Iago se volvía a resentir del mismo hombro en el que viene arrastrando problemas desde el partido frente al Leganés. En esta ocasión, un contacto con Jozabed hacía a su compañero frenar en seco y llevarse de inmediato la mano izquierda -en la que porta una venda por otra molestia- al hombro derecho, el mismo en el que sufrió un esguince hace dos jornadas.
Con gestos de dolor y aparente preocupación y la cabeza gacha se apartaba Iago rápidamente del grupo para que enseguida miembros del cuerpo técnico se acercaran a él y se interesaran por el percance que se acababa de producir. Instantes más tarde, el atacante pudo terminar con normalidad la sesión junto con sus compañeros, dejando claro de esta manera que el susto no iba más allá de eso.
La publicación por parte del club del parte médico, en el que solamente aparecía Emre Mor (volvió a completar el trabajo, pero continúa sin tener el alta tres semanas después de sufrir un esguince de tobillo), despejaba cualquier tipo de duda. Además, al mediodía Iago utilizaba la red social de la que es más asiduo, Instagram, para colgar un par de fotos suyas entrenando en lo que parecía un síntoma de absoluta normalidad.
Iago Aspas, que pasó casi tres meses fuera de la dinámica del grupo por una lesión fibrilar en el gemelo de la que sufrió una recaída tras llegar a reaparecer, había tenido que jugar infiltrado el partido del sábado frente al Barcelona. Después sufrir el esguince en el hombro, no pudo completar algunas de las sesiones de trabajo de la semana pasada, pero recibió el alta a tiempo para participar en el partido y su entrenador, Fran Escribá, llegó a asegurar que estaba «perfecto» para participar en ese duelo.
Solo Mor en el parte
Con Aspas disponible y tras el alta de David Juncà la semana pasada, Emre Mor es el único jugador que permanece en el parte médico del equipo. Aunque Fran Escribá dijo en la rueda de prensa anterior a la visita del Barcelona a Balaídos que iba a contar con el plantel al completo para ese compromiso, finalmente el turcodanés fue baja por lesión pese a haber entrenado con el grupo durante toda la semana y sin que en el parte figurara que lo hubiera hecho con algún tipo de limitación.
