Las peñas, de récord en récord

Míriam Vázquez Fraga VIGO / LA VOZ

GRADA DE RÍO

Enrique de la Fuente / Shot for pr

El club acabó la temporada con 129, la cifra más alta de la historia

28 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Si la salud del celtismo se midiera en número de peñas, puede decirse que la temporada 2017/2018 ha terminado de manera inmejorable. Al menos, con números que superan a los presentados en cualquier otro momento de la historia del club desde que existe la Federación de Peñas, organismo que cumple ahora 25 años. Actualmente forman parte de ella 129 colectivos, tres más que hace un año y seis más que hace dos. En su momento, tanto la cifra del 2017 como la del 2016 constituyeron récords que ahora quedan obsoletos.

Las artífices de que la cifra siga creciendo, junto con las 125 peñas que permanecen, son las cuatro nuevas incorporaciones. Se trata de las viguesas Mi Bendita Condena, Lembranza Celeste y Boinas Celestes, todas ellas muy activas en sus primeros meses de vida, más la vilagarciana Embruxo Celeste. Son menos altas que en el año anterior, cuando se habían registrado ocho novedades, pero mayor es el descenso de las bajas, de cinco a una sola: Fútbol de Salón, que además, había nacido el curso anterior y que sigue funcionando al margen del organismo.

A ese perfil de colectivos celtistas que no tienen interés en federarse pero que continúan con su actividad al margen responden también otras peñas. Algunas que pertenecieron y decidieron salir (caso de la venezolana Xuntanza Celeste, obligada por la situación del país, o de la Peña de Viveiro) y otras que nunca llegaron a integrarse (América Celeste, Panamá, Canarias o Churrascos). También existen algunas que tras un tiempo fuera por diferentes motivos regresaron en los últimos años, como Terra Celeste y O Pé de San Cibrao.

Además, hay agrupaciones celtistas que están tratando de darse de alta pero que todavía no lo han conseguido. Acusan las dificultades de realizar los trámites en el extranjero, como cuenta Alejandro, de Celta Eiffel. «Nos falta un papel. Esperamos que esté solucionado para la próxima temporada, pero cambiar cualquier cosa en la administración francesa es un infierno», lamenta. Es una situación similar a la que vive Tulipanes Celestes, peña holandesa. Ambas se forjaron a raíz de los viajes del EuroCelta de la temporada 2016/2017.

Los problemas que sufren ahora estas dos agrupaciones ya los superó en su día London Celtas. El colectivo de Londres es una de las cuatro peñas ya federadas con las que cuenta el club, junto con las de Ginebra, Celtitlán de México y la de Escocia, aunque está última ya ha expresado su intención de no federarse la próxima temporada. Es el mismo caso que Lío en Río, que hacía público hace unos días un comunicado explicando que han decidido cerrar al no identificarse con los requisitos y las exigencias a las que están sometidos actualmente los peñistas en cumplimiento de la normativa estipulada.

Ahora mismo las peñas se dividen en 112 gallegas, trece con sede en otras comunidades (dos madrileñas, dos vascas, dos de la Comunidad Valenciana, una andaluza, dos de Castilla y León, una catalana, una de Castilla-La Mancha y una asturiana) y cuatro extranjeras. Entre las gallegas, 85 son de la provincia de Pontevedra -39 de ellas, viguesas-; once de Ourense, nueve de A Coruña y siete lucenses. De esta última provincia es la decana, Vilalba, fundada en 1969, mientras que la lista la cierra a día de hoy la viguesa Boinas Celestes, fundada en el 2017.

Un puñado de desencantadas

Fútbol de salón es la única baja si se compara el listado de colectivos celtistas del 2017 con el actual, si bien ya hay al menos dos peñas que ha comunicado que no seguirán en la Federación. En el caso de Fútbol de Salón, que sigue funcionando como peña con alrededor de medio centenar de integrantes y con la única salvedad de no pagar la correspondiente cuota, explican que no les aportaba nada.

«Nos dimos cuenta de que en realidad no nos suponía ninguna ventaja», comenta uno de sus responsables, Javier Moreno, que cuenta que no se identifican con la manera de gestionar la Federación -«a la antigua», consideran- y por eso prefirieron no continuar. «Se organizan viajes muy caros y con una programación que no se ajusta a nuestros intereses. Y como socios podemos conseguir entradas para los partidos de fuera, así que no teníamos necesidad de seguir», comenta. En los últimos años ha habido otras peñas que han actuado igual movidas por motivos similares a estos. Las menos son las que se dan de baja y desaparecen por completo.

Savia nueva y muy activa

Las peñas que se han incorporado se han hecho notar, cada una a su manera. Todas se han dejado ver en desplazamientos del equipo, en la Romaría Celtista celebrada hace unos días en A Illa e incluso una de ellas fue campeona del Torneo de Peñas en la edición de su debut. Puede decirse que han entrado con fuerza.

La ganadora del torneo fue Boinas Celestes, impulsada por un grupo de jóvenes aficionados que decidieron crear su primera peña. Ya han tenido tiempo, por ejemplo, de colaborar en el documental sobre el derbi de Copa90, entre otras iniciativas. Mi Bendita Condena tiene un perfil diferente. Se trata de aficionados que se hicieron amigos a raíz de su celtismo y que pertenecían a otras peñas, pero que siempre tuvieron la idea de fundar la suya propia. Causan sensación en Twitter a base de tirar de humor y retranca siempre acompañados de altas dosis de apoyo incondicional al equipo.

Lembranza Celeste, por su parte, se dio a conocer con su vertiente solidaria, proponiendo al resto de peñas donar un euro por cada gol de Aspas. Y Embruxo hizo cantar el himno a Sergi y Fontás en su inauguración.