Al cocinero Pepe Solla le gustan los veranos en los que el maridaje de música y la gastronomía ponen la nota distintiva
25 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Entre el mar y la cocina de su restaurante, Pepe Solla goza de un verano en el que el maridaje de música y gastronomía pone la nota distintiva.
-¿Qué le da gustillo al verano?
-El sol, aunque a veces no esté presente [ríe].
-En estos meses, ¿con qué agasaja el paladar?
-Con sabores más ligeros y frescos. En esta época hay que decantarse por opciones menos contundentes. Que prime la sutileza.
-Si tuviese que seleccionar un alimento que hiciese delirar las papilas gustativas, ¿cuál sería?
-La sardina, sin duda. Para prepararla, hay mil formas. Pero la sardina es el plato y el sabor de todos los veranos.
-Entonces, ¿las sardinas, mejor condimentadas con una estrella Michelín?
-No necesariamente. La sardina funciona desde la más básica hasta la más alta gastronomía.
-¿Dónde perder los sentidos?
-Personalmente, en el mar.
-¿Qué es más trepidante: coger una buena ola o el ritmo de una cocina?
-Es mucho más vibrante aventurarse a pillar una buena ola.
-Si tuviera que sumergirse en una botella, ¿qué contendría?
-Agua salada.
-El mejor acompañamiento...
-La música.
-Por lo tanto, ¿se antoja más apetecible el sonido de una guitarra o el del vaivén de las comandas?
-Creo que me tengo que decantar por el arpegio de una guitarra.
-¿Un aroma que rezume estío?
- El de los tomates de huerta.
-Casa Solla se ofrece como refugio para...
-Perderte cuando no estás en la playa.
-¿Lo exótico o lo autóctono?
-Lo autóctono.