Las parejas con diferencia de edad, de moda. La sexóloga Aranzazu García nos desvela los cimientos de la atracción
29 jun 2014 . Actualizado a las 11:33 h.Arrasan. Ya sea en la calle o en las revistas, el furor por la diferencia de edad ha vuelto. Una tendencia más propia de nuestros abuelos que ha regresado con fuerza. La media más habitual es la de los 15 años, y a pesar de ello los emparejados se muestran encantados de su amor sin barreras. Ejemplos los hay por todas partes. Hugh Jackman se lleva 13 años con su mujer. Cayetano Martínez de Irujo, de 51, rebosa felicidad con la medallista Melani Costa, de 24. Johnny Deep le lleva 24 años a Amber Heard, de 27. Shakira y Piqué, Blanca Suárez y Dani Martín, Jeniffer López y su ex Casper Smart... todos están igual de decididos. Pero, ¿qué es lo que lleva a tener una pareja que ha experimentado todo lo que a ti te queda por vivir? Llevarse más de diez años era algo de lo más común hace un siglo. Y como entonces, las parejas se unen hoy por dos factores principales: la afinidad y la complementariedad.
Ni por dinero ni por sexo
En esta última es donde más encaja la diferencia de edad, ya que no deja de ser la necesidad de estar junto a una persona que tiene algo que de lo que uno carece. Los cimientos de la atracción. La sexóloga Aranzazu García asegura que aquí entra en juego un binomio clásico, la seguridad-protección a cambio del afecto-ternura.
Culturalmente a los hombres se les empuja a ser fuertes, a defender lo que tienen y a estar seguros de sí mismos. Sin embargo, las mujeres tienden más al cuidado de los otros y a ofrecerles su cariño y sensibilidad. Hasta aquí las leyes que rigen cualquier pareja. Porque al igual que en las relaciones convencionales, en estas existen diferentes complementariedades en las que cada uno busca aspectos sexuales y psicológicos en el otro.
Ellas son más propensas
Lo más frecuente son las relaciones entre chicas jóvenes con hombres mayores. En este sentido, García indica que generalmente ellas son más propensas a deslumbrarse por la experiencia, las tablas y la capacidad para resolver problemas. El estatus y el prestigio son otros factores a tener en cuenta, pero los tópicos no siempre funcionan. Si lo primero que le viene a uno a la mente cuando ve a una veinteañera con un cuarentón es que está con él por dinero, es probable que se equivoque. No son los billetes, sino el poder lo que enciende la chispa del deseo. El mismo poder que ostentaba ese malote de la clase con la suficiente seguridad como para romper las normas. ¿Y qué le aporta al hombre una chica joven? Principalmente, sentir que no está envejeciendo. Eso y el atractivo físico, que para los varones es mucho más importante. No obstante el sexo no es lo único. La alegría, la energía y de nuevo el cariño son vitales para ellos.
Fundamento histórico
Pero los clichés del dinero y el sexo tienen su fundamento histórico, y la sexóloga indica que se trata de pensamientos instintivos. «Si nos remontamos a las chicas homo habilis, ya buscaban a los machos más seguros. Y por otro lado las famosas medidas 90-60-90 son las más adecuadas para el embarazo, igual que el cuerpo joven es más apto para la procreación», explica.
Sin embargo, también hay mucho chico joven con mujer mayor. Aquí la experiencia en la cama y la sensatez son bazas que le hacen sentir más completo, mientras que a ellas les pierde el entusiasmo de su yogurín. Sean unos u otros los detonantes de la atracción, lo cierto es que las problemáticas de estas parejas y las de igual edad son las mismas. Al contrario de lo que pueda parecer no hay un mayor índice de rupturas.
«Hoy rompen muchas parejas», señala la sexóloga Aranzazu García, que añade que «los hombres tienen prácticamente resuelto el tema de la erección gracias a las viagras. Me encuentro muchas parejas con problemas sexuales que no sufren otras de edad más avanzada».
Es más bien la falta de objetivos comunes lo que puede terminar en el cese de la relación. Temas como la maternidad, el matrimonio o el no disfrutar de las mismas cosas. Como en cualquier pareja, independientemente de la fecha de sus carnés de identidad.