La tenista dispone de una veintena de inmuebles, así como fondos en cuentas de Suiza y Andorra
22 mar 2012 . Actualizado a las 06:58 h.«Ella estaba desesperada por formar una familia y él supo cortejarla como un gentleman», revela el informe, hasta ahora inédito, sobre el marido de Arantxa, Josep Santacana, que los Sánchez Vicario encargaron a una agencia de detectives antes de la boda.
Arantxa, que el pasado mes de febrero hizo pública la disputa abierta con su familia con la publicación de su polémica autobiografía, tiene una fortuna de 30 millones de euros, según revela la revista Vanity Fair en su último número. La extenista, que acusa a sus padres de haberla «arruinado» y haberle «expoliado» las ganancias de su carrera, dispone de una veintena de inmuebles, entre pisos, locales y plazas de aparcamiento, valorados en 18 millones de euros, así como fondos en cuentas de Suiza y Andorra de sociedades a su nombre superiores a diez millones.
La familia de Arantxa, según revela la revista, que cita fuentes próximas a los Sánchez Vicario, teme que el escándalo sea un montaje de la extenista para hacer creer que no tiene dinero y así evitar pagar los más de cuatro millones de euros que debe al Banco de Luxemburgo, que avaló el pago de las deudas pendientes con Hacienda tras la sentencia en su contra del Tribunal Supremo, en el 2009.
Arantxa acusa a su padre, Emilio Sánchez, que fue siempre su gestor, de no haber consultado las decisiones con ella y de haber dilapidado 45 millones de euros. Sin embargo, las mismas fuentes revelan que «los padres nunca se han querido pelear con su hija y siempre intentaron llegar a un acuerdo», pero que fue «imposible lograrlo porque esos 45 millones no existen». Según el cálculo que realiza un experto que conoce al detalle la carrera de la tenista, Arantxa habría ganado durante su vida deportiva un máximo de 15 millones de euros, entre premios y patrocinios. «Ellos aún están dispuestos a hablar con su hija, pero no han podido», resume la publicación.
Vanity Fair publica extractos del informe sobre Santacana que la familia encargó a una agencia de detectives, y el temor del entorno de los Sánchez Vicario a que él la haya «deslocalizado del ambiente familiar» para controlar su fortuna.