Los helados que se montaban al momento eran tan simples como un cucurucho o un corte de dos o tres sabores. Ahora, la composición es tuya
Las modas han cambiado. Lejos han quedado aquellos veranos en los que los fabricantes lanzaban sus novedades en forma de naves espaciales o personajes de terror. Asistimos a nuevas creaciones que vienen de Londres, California o incluso que están surgiendo de heladeros gallegos. Y lo que fue la modernidad, el cucurucho express, ha pasado a la categoría de vintage.
Los helados han alcanzado la mayoría de edad y como tal, ya no son un juego de niños. Existe una especialización en locales que están a la caza de las últimas tendencias, que pueden durar poco más que lo que tardan en derretirse. El año pasado le tocó al Taiyaki que, procedente de Nueva York, se instaló con su forma de pez en heladerías de las principales ciudades españolas. Este pastelito de origen asiático, lo empezaron a rellenar de helado en la Gran Manzana y aterrizó en Madrid de la mano de los hermanos Luis y Miguel Aliff, junto con su socia Giuseppina Palladino.
Pero a este pez, rey del Instagram, lo está destronando rápidamente el helado nube. Este cucurucho rodeado de algodón de azúcar es el elegido por los foodies para este verano, pero cabe la duda de si lo eligen por sus sabor refrescante o por lo fotogénico que es para colgarlo en las redes. Quizás esta creación acabe desapareciendo como las nubes de una tormenta de verano. Por eso su creador, Pedro Buerbaum, propietario de la heladería Ice & Dreams, en Madrid, con su paladar viajero nos ofrece otras composiciones igual de sugerentes.
De película
No puedes pedir un Itim Pad si no tienes listo tu Smartphone en la mano. Este helado con forma de viruta procedente del este asiático se prepara al momento sobre una plancha fría. Los de Ice Wave lo saben y ya sólo les falta poner un trípode para que transmitas un live mientras te preparan tu propia creación. Tendencia «gastro instagramable», pero también de película.
Cóctel helado
En Galicia la creatividad de los helados se ha dirigido a un público con mayoría de edad. Así, en la Ibi, los hermanos Gonzalo y Silvia han lanzado una serie de creaciones, además de helados sin gluten y veganos, basadas en cócteles tradicionales como son el mojito, la caipiriña el daiquiry o el gin tónic. La mayoría de edad es obligatoria y con ellos atraen a un público a los que les apetece saborear una refrescante combinación sentados en una terraza de La Marina coruñesa.
Pero no todo son modas. A tan solo unos pocos de metros, en Bico de Xeado apostaron por la materia prima que le aportan las vacas que tienen en su granja y una elaboración artesanal. Tras los atrevidos sabores como el de pimientos de padrón, ahora le toca el turno al helado de café de pota. Probablemente, el siguiente paso sea crear unas gotas de orujo heladas para echarlas a esta novedad que nos traen estos granjeros que están presentes en muchos puntos de venta fuera de su tierra. Y es que la imaginación en los helados no tiene límite. Pasen y prueben. ¡Hum!