La Universidade da Coruña, la anfitriona este año en el acto de apertura del curso académico, apela a la «urxencia» de contar con más financiación estructural
06 sep 2024 . Actualizado a las 16:11 h.Bajo el cielo protector del paraninfo que la Universidade da Coruña (UDC) tiene en A Maestranza ( A Coruña), en un día pasado por agua más propio del otoño que se acerca que del verano que se despide, la institución académica fue este año la anfitriona del acto solemne de apertura del curso universitario 2024-2025. El Conselleiro de Educación, Román Rodríguez, fue el encargado de presidir la cita a la que asistieron los tres rectores del Sistema Universitario de Galicia (SUG). Ricardo Cao, al frente de la UDC; Manuel Reigosa, rector de la Universidade de Vigo (UVigo) y Antonio López, el rector de la veterana de las tres, la Universidade de Santiago (USC), acompañaron al responsable de la Xunta en una mañana con discursos llenos de propósitos, pero también cargados con peticiones.
Por parte de las universidades, Ricardo Cao, como rector anfitrión, leyó el discurso que dividió en cinco puntos: la financiación, la internacionalización, la renovación del personal académico, la transferencia y el nuevo marco normativo de la LOSU.
Tal vez por ser el reto más urgente para la marcha de los campus, el primer punto y en el que más se detuvo Ricardo Cao, que se estrenaba en el acto tras asumir el cargo de rector en enero, fue el relativo a los ingresos. El catedrático en Estadística de la UDC remarcó la necesidad de aumentar la financiación estructural por parte de la Xunta. Un punto en el que lanzó una advertencia: «No caso concreto da UDC, a escaseza do financiamento estrutural xunto coas boas cifras na captación de fondos en convocatorias competitivas poden facernos morrer de éxito».
La descompensación entre la consecución de proyectos con el apoyo de la Administración autonómica, argumentó, es una realidad de la educación superior que tiene revertirse. «O bo é que en Galicia dispoñamos dun plan de financiamento, mais é urxente acompasalo ás necesidades reais dos custes estruturais do sistema universitario, dando tamén cumprimento ao obxectivo de alcanzar o investimento do 1 % do PIB en universidades, como fixa a Lei Orgánica do Sistema Universitario Español (LOSU)», esgrimió Cao, en relación a la normativa que entró en vigor hace poco más de un año. El rector subrayó otro porcentaje, el del 2,12 % del PIB para investigación y desarrollo fijado en los objetivos del Gobierno estatal de aquí al 2027. En Galicia, incidió, un estudio del Instituto Galego de Estatística cifró este porcentaje en el 0,97 % del PIB gallego en el 2019.
El «músculo» de las universidades, dijo, son sus recursos humanos y materiales, vitales para concurrir a otras oportunidades de financiación y consolidar logros como el del campus internacional Emerge, para el que la UDC acaba de recibir, junto a otras nueva universidades europeas, 14,4 millones de la comisión europea.
La necesidad de captar más alumnos internacionales, poniendo el foco en Latinoamérica, para que inicien ya en Galicia sus estudios de grado y así compensar la caída de la natalidad y el déficit de profesionales que demandan el tejido producto; adaptar los currículos formativos al contexto socioeconómico así como los proyectos de investigación y transferencia que se realizan en los centros vinculados a los campus o en las cátedras de empresa fueron otros de los puntos tratados en el discurso del rector, que también incluyó otros retos, como la renovación del cuadro docente de las facultades, que dijo debería hacerse de forma «organizada e non de xeito abrupto».
Cao terminó su discurso haciendo mención a la nueva ley de universidades, la conocida como LOSU, que está obligando a los campus a renovar sus estatutos y con la que, deslizó el rector coruñés, se «propicia» un nuevo marco que «fai previsible que en Galicia se opte por desenvolver unha nova lei de universidades, ou modificar a existente».
El otro encargado de pronunciar un discurso institucional fue el Conselleiro de Educación, Román Rodríguez, que puso deberes a la educación superior. «Hoxe é necesaria unha dose de autocrítica conxunta», esgrimió el titular de la Xunta, que enfatizó el deber de la educación superior de ser una «realidade útil» y «conectada co entorno e á realidade sociocieconómica», así como «ás transformacións e esixencias que demanda á sociedade».
Rodríguez sacó pecho de la iniciativa con la que la Xunta es pionera al universalizar el acceso a la educación superior con la gratuidad de las matrículas por primera vez este curso, que se traduce «nun desembolso de 60 céntimos ao mes, coa única condición de ter aprobado a ABAU e, nos outros cursos, de ter un mínimo de créditos aprobados», destacó el conselleiro, que calificó de «histórica» la medida.
Respecto al apartado de la inversión de la Administración autonómica, Román Rodríguez recordó que Galicia es, junto al País Vasco, la única comunidad que garantiza estabilidad financiera a los campus con un sistema plurianual de presupuestos y avanzó que el objetivo de la Xunta es ser la primera autonomía en «chegar ao 1 % do PIB en financiación pública das universidades esta lexislatura».
Mensajes cruzados en un acto en el que la lección inaugural corrió a cargo del profesor Rafael García Rodríguez y la música del Quintento Fungar.