Impagos, insultos y juicios por acoso: Jácome se enfrenta a todo el Concello

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

GALICIA

El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome.
El alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome. Santi M. Amil

La plantilla municipal ourensana seguirá sin cobrar este mes la nómina integra. «La mitad son incompetentes o vagos», dice el regidor sobre los funcionarios

28 abr 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

El divorcio entre plantilla del Concello de Ourense y alcalde, Gonzalo Pérez Jácome, es ya total. Aunque los enfrentamientos del regidor de Democracia Ourensana con el personal son constantes, contaba con el apoyo de buena parte de los agentes de la Policía Local. En el pasado mandato se acordó duplicar la remuneración de las horas extras, de 12 a 24 euros, y ese colectivo fue el primer beneficiado. Pero los retrasos del Ayuntamiento en el pago de esos complementos así como de los pluses de nocturnidad y festividad han agotado la paciencia también de esos trabajadores.

Esos conceptos suponen hasta un 40 % de los sueldos de policías y bomberos. En la nómina de marzo no los ingresaron porque al Concello no le dio tiempo a aplicar los ajustes contables necesarios para ejecutar una sentencia. Y esta semana el gobierno local informó a los trabajadores de que ninguno de ellos cobrará en abril el incremento salarial del 0,5 % pactado para todos los funcionarios públicos, y que tampoco podrá pagar los pluses de policías y bomberos. «Así no se puede vivir. Hay compañeros que tenemos hipotecas y que no sabemos cómo las vamos a pagar», denunciaba uno de ellos.

El gobierno municipal culpó de la situación al interventor. Este funcionario encargado de fiscalizar la gestión económica municipal no avaló el pago de las nóminas al entender que el Ayuntamiento no dispone de crédito presupuestario suficiente para pagar los salarios hasta fin de año. Ese fue su último informe como responsable del servicio de Intervención antes de que Jácome confirmase su cese y traslado a otro departamento.

El alcalde mantiene un largo enfrentamiento con ese funcionario y con otra empleada, la tesorera, también responsable de fiscalizar la gestión económica del Concello. Esta última, según el regidor ourensano, era «demasiado tiquismiquis» en el ejercicio de sus funciones. Ella argumentó que Jácome pretendía que avalase irregularidades, como contratar obras y servicios sin crédito presupuestario.

El interventor también ha denunciado «serias e importantes disfunciones e ineficiencias» en la gestión municipal, pero el alcalde lo cesó por lo que definió como «actitudes obstruccionistas». En varios plenos lo acusó de ser «negligente» y de intentar «bombardear» su gobierno.

Según el funcionario, Jácome lo utilizó como un «saco de boxeo», y lo denunció por acoso. El juicio se celebró el pasado día 17 y está pendiente de sentencia. No es un caso aislado: el Concello y un exconcejal de Jácome fueron condenados a indemnizar a la jefa de la Policía Local con 30.000 euros por esa misma razón, y otra funcionaria, la exjefa de Comercio, pidió recientemente que se aplique el protocolo municipal antiacoso por las «humillaciones continuadas» de Jácome.

El malestar de la plantilla es palpable. Los sindicatos denuncian traslados absurdos de personal de unos servicios a otros y las críticas del alcalde al funcionariado son constantes. El último ejemplo fue con motivo de una charla organizada por ACO, la asociación de constructores de Ourense. Su presidente expuso problemas del sector relacionados con el Ayuntamiento, como la falta de un plan urbanístico o la demora excesiva en la concesión de licencias, y después dio la palabra a Jácome. Este se dedicó a culpar a los funcionarios de los problemas de gestión del Concello. «La mitad son incompetentes o vagos», dijo el regidor, que añadió: «Prefiero que cojan una baja laboral y no vengan».

El capítulo de personal del Concello funciona con las partidas del año 2014

Cuando Gonzalo Pérez Jácome estaba en la oposición y el alcalde era Jesús Vázquez, del PP, el líder de Democracia Ourensana lo tildaba de «inepto» por no conseguir aprobar unos presupuestos en todo su mandato. Ya con él al frente, solo se aprobaron los del año 2020, cuando aún gobernaba en coalición con el PP. Y es precisamente la falta de unas cuentas actualizadas la que pone en peligro el pago de las nóminas de la plantilla municipal.

Una sentencia anuló el capítulo de personal de los presupuestos del año 2020 y su ejecución obligó al Concello a retrotraerse a los del 2014. En esas partidas no hay dinero suficiente para pagar los salarios del personal en lo que queda de año, según alertó el interventor municipal antes de que el alcalde ejecutase su cese.

Además, la oposición alerta de que el Ayuntamiento de Ourense se aproxima a una situación de bancarrota. Aluden, entre otras cosas, a la crítica situación de todos los servicios básicos. Cuando Jácome estaba en la oposición, denunció en Fiscalía a Jesús Vázquez por tener las concesiones caducadas, pero la situación se ha agravado con él como alcalde. Las adjudicatarias del transporte público, del abastecimiento y saneamiento de agua y de la recogida de basura y limpieza siguen gestionando esos servicios en precario y las empresas están planteando reclamaciones millonarias al Concello.