Así será la ayuda para cuidar a los dependientes gallegos en sus casas que arranca en enero

Mónica Pérez Vilar
Mónica P. Vilar REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

CAPOTILLO

El Bono Coidados no Fogar eleva la cuantía de una prestación que ya existía. ¿Cómo se cobra? ¿Desde cuándo? ¿Y para quién? Guía para conocer esta prestación

29 dic 2023 . Actualizado a las 18:25 h.

Con la entrada del nuevo año, se activará lo que la Xunta ha bautizado como Bono Coidados no Fogar. La medida fue anunciada por el presidente Alfonso Rueda en el debate del estado de la autonomía celebrado en el mes de octubre. Entonces adelantó la creación de un bono asistencial de 5.000 euros al año para los dependientes que sean cuidados en su propia casa. Más tarde, el 1 de diciembre, se publicó en el DOG la orden de la Consellería de Política Social que regula esta ayuda. Su entrada en vigor es inminente. Respondemos algunas posibles dudas sobre la prestación que comenzará a abonarse en el mes de enero.

¿Se corresponde con alguna prestación ya existente?

Sí. Se trata de una actualización de importes de lo que se conoce como libranza o prestación para cuidados en el entorno familiar, que actualmente reciben en Galicia algo más de 18.000 personas.

¿Se cobrarán 5.000 euros a mayores de lo que ya se cobraba?

No. Si ya se percibía esa ayuda, esta se verá aumentada en distintas proporciones. Quienes más lo notarán serán quienes cobraban los importes más bajos. El año próximo ningún perceptor de la libranza por cuidados en el hogar recibirá menos de 416,66 euros al mes. Es decir, 5.000 euros anuales repartidos en doce mensualidades. Da igual la edad, el grado de dependencia, el nivel de renta, que hasta ahora se estuviesen cobrando 150 euros, 300 o 400... A partir de enero, el pago mínimo en todos los casos serán 416 euros.

Quienes percibían más de esa cantidad (apuntan desde Política Social que son muy pocos los usuarios que cobran por encima de ella), verán aumentada su ayuda en un 10 %. Por ejemplo, si cobraban 450 euros al mes, pasarán a cobrar 495 euros. En ningún caso el denominado Bono Coidados no Fogar supondrá un pago único de 5.000 euros, abonados en una sola vez, y a mayores de las mensualidades de la libranza.

¿Es solo para personas mayores?

Es para cualquier persona dependiente. Pueden ser ancianos, adultos de mediana edad, jóvenes o niños con discapacidades o situaciones personales que les supongan algún grado de dependencia reconocido, y para las que se determine que es adecuada una prestación de cuidados en el propio hogar.

¿Qué se ha de hacer para percibir esta ayuda?

Quienes ya perciben la libranza por cuidados en el hogar no tendrán que hacer nada. A partir de enero se les abonará el nuevo importe que les corresponda de manera automática, sin tener que solicitarlo.

Quienes reciben otro tipo de prestaciones de apoyo a la dependencia (por ejemplo, el servicio de ayuda en el hogar) pueden pedir una revisión de su Programa Individual de Atención (PIA) y solicitar un cambio de ayuda. Han de hacerlo a través de sus servicios sociales de referencia, en su concello o su centro de salud. El proceso tarda varios meses y ha de comprobarse que la prestación sea adecuada para la persona que la solicita.

Quienes aún no tengan solicitada ninguna ayuda, deben iniciar los trámites habituales de reconocimiento del grado de dependencia, valoración y adjudicación de recursos y prestaciones. Actualmente, el tiempo medio desde que se solicita hasta que se resuelve todo el proceso es de alrededor de un año. Recientemente, se aprobó una simplificación de trámites y se reforzaron algunos equipos, para tratar de reducir los tiempos.

¿Cuándo empezará a pagarse?

La orden publicada en el DOG tiene efecto económico desde el 1 de diciembre, así que la Consellería de Política Social ha anunciado que quienes ya percibían esta ayuda verán aumentado su importe en el pago que se hará en los primeros días de enero.

¿Quién puede ser el cuidador?

La ayuda de cuidados en el entorno familiar supone que debe haber alguien designado como cuidador de la persona dependiente que recibe la prestación, para que esta pueda estar atendida sin tener que abandonar su hogar. La Xunta explicó que ese cuidador puede ser un familiar, pero también un vecino u otra persona del entorno con la que el beneficiario tenga una relación de especial proximidad.

Con todo, las normativas estatal y autonómica imponen algunos requisitos. Por ejemplo, en el caso de una dependencia de grado II o III, se pide que el cuidador conviva con la persona a la que atiende, al entender que estos casos necesitan atención y apoyo permanente. Esa convivencia no es necesaria en el caso de dependientes de grado I, siempre que se acredite que la persona a cargo puede prestar una ayuda inmediata cuando sea necesaria.

En principio, se trata de cuidadores no profesionales, aunque pueden contar con ayuda de profesionales a la hora de atender a la persona dependiente.

Otros requisitos son tener más de 18 años, residir legalmente en España, estar empadronado en un municipio gallego, tener capacidad física y psíquica para atender a la persona a la que se va a cuidar, o estar disponible al menos durante un año (salvo que ocurra algo imprevisto).

La persona dependiente propone al cuidador elegido. El equipo que elabora su Plan Individual de Atención valora si la persona propuesta es adecuada.

Más allá de quién sea el cuidador, para poder recibir la prestación de cuidados en el entorno familiar la vivienda en la que resida la persona dependiente debe reunir las condiciones de habitabilidad necesarias para que se le presten los cuidados que necesite, por ejemplo, accesibilidad suficiente para que sea atendida. Esto también lo valora el equipo encargado de realizar el PIA del solicitante.

¿Y cuántos beneficiarios habrá?

De inicio, unos 18.400, las personas que ya están recibiendo la ayuda que ahora se incrementa. La previsión de la Xunta es que a lo largo del año que viene la cifra se eleve hasta los 20.000 beneficiarios, entre quienes se incorporen por primera vez al sistema de ayudas a la dependencia y quienes pidan el cambio de prestación. De cara al 2024, el coste de esta medida se ha presupuestado en 96,9 millones de euros.