Decisiones desafortunadas en el ancho de vía

Xosé Carlos Fernández INGENIERO T. DE OBRAS PÚBLICAS

GALICIA

Trenes de las tres compañías que operan en la alta velocidad española: Iryo, Ouigo y Renfe
Trenes de las tres compañías que operan en la alta velocidad española: Iryo, Ouigo y Renfe Rober Solsona | EUROPAPRESS

03 ago 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Un reciente artículo en este periódico sobre el problema del ancho de vía que afecta a la competitividad de las empresas que podrían prestar servicios de alta velocidad en Galicia señalaba el origen de esta situación en una «desafortunada decisión política del pasado». El director general de Infraestructuras Ferroviarias, contradiciendo un acuerdo del Consejo de Ministros que obliga a construir las líneas de alta velocidad en ancho estándar, anunció en el 2010 que la línea Ourense-Santiago, proyectada en ancho internacional, iba a ser explotada en ancho ibérico «provisionalmente» hasta la llegada de la línea desde Olmedo a Ourense (lo que no sucedió hasta 2021).

La razón tenía lógica, tanto en el plano técnico como en el comercial: de una parte se ahorraba la construcción de dos cambiadores de ancho que se debían instalar en Ourense y en Santiago, para dar continuidad a la circulación de los trenes de ancho variable, y se facilitaban las conexiones en Santiago: con la línea convencional en A Grandeira y con el baipás de Conxo hacia Vigo por el eje atlántico, de forma que los enclavamientos de la estación de Santiago serían compartidos con la salida hacia el sur.

Comercialmente, se ganaban (más bien no se perdían) unos tres minutos en cada paso por los cambiadores, pero se limitaba la velocidad del tramo de 300 a 220 km/h. La sociedad en general aceptó con carácter provisional esta medida, pensando que el ancho de vía se cambiaría al estándar europeo cuando la línea llegara a Ourense. Por ello se instalaron traviesas polivalentes, aptas para los dos anchos. En todas estas actuaciones nunca se informó a los ciudadanos de que los últimos kilómetros de la línea, entre A Grandeira y Santiago, quedaron sin el sistema de seguridad ERTMS, pese a que esta carencia no venía exigida por la decisión de cambio de ancho.

Pues bien, cuando ya se había inaugurado en octubre del 2020 la línea hasta Sanabria y se anunciaba para el 2021 la llegada a Ourense, el ministro de Transportes, a la sazón José Luis Abalos, tomó la desafortunada decisión (ahora sí), de no cumplir la prometida recuperación del ancho estándar entre Ourense y Santiago y mantener la red interior en ancho ibérico, creando una isla que imposibilita que las empresas que carecen de trenes de ancho variable puedan competir, abaratando los precios y mejorando la oferta de servicios.

Es el momento de pasar página y exigir al Gobierno que salga tras el 23J una solución definitiva al problema de los dos anchos, igualándonos con todas las ciudades que conforman la red de alta velocidad española.