Usuarios del párking ficticio de Lavacolla tardan horas en recuperar sus coches

Emma Araújo SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

PACO RODRÍGUEZ

Muchos viajeros conocieron las irregularidades del estacionamiento cuando estaban a miles de kilómetros y temieron el robo de sus vehículos

01 may 2022 . Actualizado a las 21:42 h.

El funcionamiento del falso aparcamiento en el entorno del aeropuerto Rosalía de Castro de Santiago, que utiliza fincas cercanas sin vigilancia y con vehículos multados por estacionamiento indebido, está generando una oleada de críticas de usuarios, que se sienten estafados por el riesgo que corrieron sus automóviles y también por la acumulación de retrasos en la entrega de las llaves, que depositaron a la empresa para que les entregasen el coche en la terminal.

En la jornada de Viernes Santo se produjeron numerosas quejas cuando varias personas que utilizaron sus servicios, y conocieron el problema, estando a miles de kilómetros de distancia, se encontraron con que la empresa les informó que la encargada de entregarles sus coches estaba enferma. Transcurrida una hora de espera, algunos acudieron al puesto de la Guardia Civil, cuyos agentes no tienen competencia para tramitar denuncias en Lavacolla, por lo que les sugirieron acudir a la Policía Nacional.

El mismo problema se repitió por la tarde, con al menos dos retrasos en la entrega de los vehículos aunque finalmente los recibieron en perfecto estado.

Uno de estos casos correspondió a una pareja que reservó por Internet y comprobó previamente el lugar en el que iban a estacionar el vehículo. Contrataron sus servicios porque era la primera empresa que les apareció en Internet y, además, «era el único sitio que había». Cuando se percataron de lo ocurrido estaban en París y desde allí comprobaron por GPS que su automóvil nunca se movió del sitio, por lo que estaban relativamente tranquilos.

PACO RODRÍGUEZ

La misma situación se repitió ayer por la tarde, con una veintena de afectados por los retrasos. Ante la preocupación por tanta tardanza, con algunos momentos de tensión, llamaron a la Policía Nacional, que les requirió a que se acudiesen a la comisaría de Santiago para presentar denuncia. Como finalmente fueron recibiendo sus vehículos a cuentagotas desistieron de acudir a comisaría. Una de las afectadas de ayer contabilizó tres horas de espera. «Me acaban de devolver el coche y está mojado porque lo limpiaron. A saber dónde estaba», afirmaba con relativa tranquilidad y confiando en que no llegue una multa por mal aparcamiento.