Los trenes más rápidos solo tuvieron una incidencia con 27 minutos de retraso, frente a los 716 que sumaron el resto de convoyes de larga distancia
25 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.Los propios encargados de la supervisión técnica del estreno de los AVE S-112 confesaban en el primer viaje comercial desde Ourense —el pasado 21 de diciembre— que estos trenes, pese a que se fabricaron entre el 2008 y el 2010, tienen una fiabilidad más que probada. «Es muy raro que presenten incidencias o problemas técnicos relevantes», aseguraron. Este buen comportamiento se refleja en el análisis de las incidencias durante el primer mes de funcionamiento de la línea de alta velocidad, después de que se pusiera en servicio el tramo entre Pedralba y Ourense.
Los retrasos reflejados en InfoRenfe afectan en muchas más ocasiones a los Alvia, tanto los S-130 como los S-730 híbridos, pero siempre teniendo en cuenta que los AVE solo cubren dos frecuencias por sentido entre Ourense y Madrid, mientras que las ocho restantes se realizan con los dos modelos disponibles de Alvia. Pese a la relevante diferencia de circulaciones, parece evidente a la luz de los datos que los AVE tienen más fiabilidad y apenas acumulan retrasos.
Así, en el primer mes de funcionamiento de la línea los Alvia tuvieron veinte incidencias, dieciocho de ellas con retrasos relevantes de más de veinte minutos. En total, las distintas complicaciones que sufrieron estos trenes sumaron 710 minutos de retraso, siendo la demora más amplia la que se produjo el 14 de enero en el Alvia A Coruña-Madrid, con 85 minutos de demora por un obstáculo en la vía. Este es un ejemplo de que las incidencias no tienen que ver en muchos casos con averías en el material rodante, sino con problemas en la infraestructura que competen al ADIF y no a Renfe. Ese mismo día hubo otro retraso de 48 minutos debido a un problema técnico del tren que precedía a uno de los Alvia que unen Madrid con Vigo. Las averías de otros trenes que circulan por la misma línea pueden tener efectos encadenados, como sucedió el 7 de enero, cuando hubo que realizar un recorrido hasta Santiago en autobús y un transbordo entre trenes en la estación de Compostela.
En cambio, la única incidencia en la que se vio implicado un AVE fue el 8 de enero, cuando se retrasó 27 minutos por un problema que era ajeno a Renfe. Por tanto, ni siquiera en este único caso se puede atribuir la demora al material rodante.
En cualquier caso, el primer mes de funcionamiento de la línea de alta velocidad al completo no generó demasiadas incidencias relacionadas con el estreno del trazado de 117 kilómetros que atraviesa el macizo central ourensano. El 15 de enero sí se registró una demora de 34 minutos por culpa de una avería en la infraestructura a la altura de Vilavella, en Ourense, en el trazado de alta velocidad recién inaugurado. Por cierto, la cuenta de Twitter de Renfe situó esta localidad en Castellón. Dos trenes que unen Vigo con Madrid también sufrieron retrasos de 45 y 35 minutos el 27 de diciembre, «derivados de una incidencia técnica en instalaciones del ADIF». En cualquier caso, los incidentes relacionados con la nueva infraestructura son muy escasos si se tienen en cuenta los ajustes propios del estreno del corredor ferroviario.
La peor jornada desde que se inauguró la línea fue el 28 de diciembre, cuando tres trenes, todos ellos Alvia, acumularon entre los tres 100 minutos de retraso. Uno de ellos, procedente de Vigo, se quedó parado en el cambiador de ancho de Taboadela.
