Juan Gestal: «Echo de menos a mis nietos»

GALICIA

VÍTOR MEJUTO

El epidemiólogo dice que tiene su hora de caminar muy atrasada porque su agenda está más ocupada que nunca

19 feb 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Es uno de los rostros más populares de la pandemia. La claridad y sinceridad de Juan Gestal (Muros, 1947) le han convertido en uno de los favoritos de los medios. Es un tipo que convence. También cuando habla de otras cosas.

-Se ha convertido usted en un líder mediático. ¿Cómo se encuentra con este protagonismo?

-Por una parte, si puedo ser de utilidad, me parece bien. Muchas personas me han dicho que les parecía útil. Cuando todo esto empezó, me encontraba como abochornado de que me llamaran tantos medios y salir con tanta frecuencia, porque te puedes convertir en alguien odioso. Yo puedo informar de lo que sé, que es la salud pública. Así que no me he negado nunca a ningún medio.

-¿Alguna vez imaginó que una pandemia como esta podía suceder?

-Hace poco más de dos años recordábamos la pandemia de gripe de 1918 y leí varias cosas sobre aquello. Mientras lo hacía, pensaba: «Esto ya no nos pasará a nosotros». No ha sido exactamente igual porque nuestro sistema sanitario es distinto, pero nos ha dado un vuelco el mundo. Esta es una de esas pandemias de una cada cien años. Yo ya no pensaba vivirla, Y de vivirla, me hubiera gustado hacerlo en activo.

-¿Ve el final?

-Las pandemias duran mucho. En esta, las olas han ido muy seguidas. ¿Qué se puede prever? Tenemos unas vacunas para proteger a la población. Yo soy optimista y confío en que la vacuna disminuya la transmisión. Lo único que queda en el aire son las variantes. Espero que a partir de Semana Santa tengamos más vacunas y que vayan disminuyendo los casos más graves, tengamos menos presión hospitalaria y, en verano, tengamos ya la inmunidad de rebaño y empecemos a respirar un poco más.

-¿Hay una sobreinformación sobre la pandemia?

-Sí, pero es así. Los ciudadanos queremos esa información. Si un periódico le dedicara solo media página a la pandemia, la gente no lo compraría. Y hay que alimentar a los medios para evitar que busquen otra información menos prudente.

-Hay mucha gente agobiada, angustiada... ¿Cómo lo está llevando usted?

-Yo lo llevo muy bien. Eso sí, imagine que tiene un negocio que se va a la ruina, que se quede en paro, que no tenga ingresos para llevar a su familia... eso es para volverse loco. Pero hablando de mí, yo estoy muy entretenido. Tengo una agenda, que ni en mis mejores tiempos. Es una cosa agotadora. Ahora estoy escribiendo un libro sobre las pandemias. Estoy autoconfinado.

-Pero sale a pasear.

-Quiero salir, porque estoy engordando. Vivo en el campo y puedo pasear por la finca, pero estoy siempre sentado delante del ordenador, sobre todo con tanta lluvia. Mi horita de caminar la tengo muy atrasada.

-¿Por qué se hizo médico?

-No lo sé muy bien. Recuerdo que, tras mi primer año de Medicina, volví por el colegio de los Salesianos de A Coruña y un profesor me dijo: «Vas a fracasar. Era mejor que hubieras estudiado Derecho». Seguro que no me hubiera ido mal. Pero me ha gustado mucho mi carrera. Iba a ser cirujano, pero acabé en salud pública, que he disfrutado. En vez de tener un enfermo, tienes a toda la población.

-¿No ha echado de menos el trato directo con el paciente?

-Sí que lo echo de menos. Me habría gustado mucho la consulta, pero también es muy monótona. La salud pública es más variada, tocas más cosas. Y la consulta no es tan idílica.

-¿Cómo era de pequeño?

-Bastante obediente y responsable.

-Alguna falcatruada prepararía.

-Más bien de joven, sí. Bromas, inocentadas...

-Cuénteme alguna.

-Todavía puede haber víctimas que se enteren ahora. Mejor lo dejamos de momento, ja, ja.

-También fue actor y director de teatro.

-De joven. Era bastante bueno. Había montado un grupo de teatro en Muros cuando tenía 18 años. En Santiago fui el último director del Teatro Español Universitario. En 1974 fue la última vez que subí a un escenario.

-¿Ha mantenido la afición?

-La verdad es que no. Hace mucho que no voy al teatro.

-¿Celta o Dépor?

-Celta, aunque siento mucho la situación del Dépor. En esto gusta decir: «Os vamos a ganar el próximo día», pero ahora el próximo día lo vemos muy lejano.

-Intente definirse en pocas palabras.

-Procuro no hacer daño a nadie y si hago cualquier cosa que me parezca mal me quedo muy preocupado. Y me gusta mucho mantenerme activo.

-¿Con que se entretiene?

-Con mis papeles. Tengo unos archivos enormes. Y, cuando se puede, me gusta reunirme con los amigos, tomar una cañita. Hubo una época que iba a pescar, pero me aburrí. Tanto que hasta vendí el barquito con el que iba.

-¿Sabe cocinar?

-No. Creo que si hago una tortilla de patatas no me va a salir muy bien, ja, ja. Es una asignatura pendiente.

-¿Qué hace antes de dormir?

-Un solitario en el móvil. Es muy entretenido.

-¿Qué es lo que más echa de menos de antes de la pandemia?

-Echo de menos a mis nietos. Tengo dos. Y poder reunirme con mis amigos.

-Dígame una canción.

-El brindis de La Traviata. O el pasodoble Puenteareas.

-¿Qué es lo más importante en la vida?

-Procurar ser feliz.