Galicia explora medidas para votar sin riesgo en un galimatías administrativo

Juan María Capeáns Garrido
juan capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo, ayer en su primer acto público tras la convocatoria de las elecciones, en el GES de Curtis
Feijoo, ayer en su primer acto público tras la convocatoria de las elecciones, en el GES de Curtis David Cabezon / Xunta

La Xunta organiza, el Estado y los concellos apoyan, pero la Junta Electoral manda

20 may 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Nunca antes en la historia democrática de Galicia se había indagado tanto en los vericuetos legales de los procesos electorales autonómicos, que llevan cuatro décadas celebrándose con más anécdotas que sobresaltos serios. La experiencia de votar en los coletazos de una pandemia son una novedad en toda Europa, y le ha tocado experimentarla a Galicia y a País Vasco (salvo que Francia se adelante en junio con la segunda vuelta de sus municipales). La Xunta lleva el peso organizativo, pero la dependencia de otras administraciones y de la Junta Electoral le obliga a hilar fino con las propuestas. Estas son algunas dudas y un puñado de certezas.

¿Quién va a poder votar? ¿Y quién formar parte de las mesas electorales?

El decreto que suspendió en marzo las elecciones del 5 de abril desactivó todo el proceso, por lo que se deberán respetar todos los tiempos legales de la convocatoria. También habrá un censo nuevo que incorpore a los que han cumplido 18 años y que prescindirá de los que hayan fallecido en las últimas semanas. El sorteo para ocupar las mesas también empieza de cero. En total habrá 2.460 locales electorales y casi cuatro mil mesas.

¿Quién organiza la intendencia de la jornada electoral en los colegios?

Técnica y legalmente, las elecciones las organiza la Xunta, pero el Estado interviene a través de empresas como Correos o las fuerzas de seguridad, así como los ayuntamientos, que son los encargados de escoger los locales, señalizarlos y habilitar las mesas, además de apoyar con las policías locales. El Concello colabora, pero es la Administración gallega la que debe pagar los gastos. El decreto es claro: «La Xunta pondrá a disposición de los ayuntamientos los medios económicos y materiales que les permitan llevar a cabo el acondicionamiento de los locales electorales». Además, deberá aportar las cabinas, las papeletas y los sobres. El Gobierno gallego va a sugerir a los alcaldes que, a ser posible, escojan para las votaciones espacios de titularidad municipal: centros docentes, culturales o recreativos, pero no de mayores. Deberán ser accesibles a las personas con limitaciones de movilidad. Es el único requisito legal a día de hoy; nada dice del espacio mínimo por número de electores.

¿Quién tiene la potestad para aprobar o no las medidas de seguridad?

El protocolo de seguridad para evitar contagios lo está elaborando esta semana la Consellería de Sanidade y la de Vicepresidencia. Habrá medidas obligatorias y otras sugerencias de comportamiento por la imposibilidad de regular una competencia que recae en la Junta Electoral, el organismo que vela por la transparencia de los procesos y de sus normas y que está conformado por magistrados del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia y por profesores en activo de Derecho, Sociología o Políticas. Entre los textos legales que debe cuidar está el artículo sobre la duración de la campaña, de quince días. Los partidos podrán pactar entre ellos un inicio oficioso distinto, pero estará permitido pedir el voto en ese período.

¿Va a ampliarse el plazo para solicitar el voto por correo y ejercerlo?

Las oficinas de Correos ya han recibido las primeras peticiones para poder votar por correo. Hay de plazo hasta el 2 de julio para la solicitud, mientras que el 8 de ese mes concluye el tiempo para ejercer el derecho. Esta situación preocupa los representantes de los trabajadores, que temen un «colapso».

¿Habrá personas en grupos de riesgo en las mesas electorales?

La Junta Electoral de Galicia debe decidir sobre las personas que conforman la mesa electoral, cuyo único requisito es estar en el censo, tener menos de 70 años y saber leer y escribir. El Gobierno gallego ha pedido sensibilidad a la junta y que sea flexible para aceptar las renuncias de personas incluidas en grupos de riesgo en caso de contagio. Los que formen parte de las mesas tendrán información específica de protección sanitaria.

¿Cómo cambiarán los colegios y el trabajo en las mesas electorales?

El Gobierno gallego va a sugerir a los alcaldes que revisen las sedes de los colegios para garantizar el tráfico fluido, la circulación ordenada y la distancia de seguridad. Uno de los planteamientos que hace el País Vasco es la sugerencia de ceder la primer ahora de la mañana para que voten los mayores. El horario de apertura podría ampliarse (ahora arranca a las 9) y se quiere garantizar el voto de las personas que estén en la cola a las 20 horas.

Vicepresidencia y Sanidade ultiman el protocolo para acudir a las urnas con «seguridade»

Vicepresidencia y Sanidade avanzan en los planteamientos del protocolo de seguridad para votar «con seguridade» el 12 de julio. Jesús Vázquez Almuíña afirmó este martes que las normas buscarán dar «tranquilidade» a todos los protagonistas de la jornada, desde los ciudadanos que acudan a los colegios a ejercer su derecho hasta los integrantes de las mesas y las fuerzas de seguridad. El máximo responsable del servicio de salud advirtió que se trata de una situación «nova» que deberán explorar por primera vez Galicia y País Vasco, comunidad con la que se está intercambiando información para responder con la mayor eficacia, anticipándose a las situaciones delicadas que se puedan dar.

El conselleiro trató de restar tensión política a la jornada al recordar que existen «moitas máis actividades» que se están regulando con seguridad, y el derecho a voto no va a ser menos, además de incidir en los argumentos de Feijoo para defender julio como un buen momento para poner las urnas, mucho mejor que abril, cuando se alcanzó el pico de la pandemia. Y añadió uno más: la «experiencia adquirida» para actuar ante un posible rebrote.

A las reflexiones de los departamentos autonómicos también esperan sumarse estos días los ayuntamientos, que tendrán un papel clave ya que serán responsables de escoger los locales y la disposición de las mesas. «Necesitamos un protocolo claro, y saber quién se va a hacer cargo de los gastos que conlleve», señaló Alberto Varela, presidente de la Fegamp.

Los socialistas vascos respaldan la convocatoria electoral, mientras el PSdeG cuestiona las «présas» de Feijoo

Las duodécimas elecciones vascas se celebrarán el 12 de julio con «todas las garantías sanitarias y de participación», pero con el rechazo de EH Bildu y Elkarrekin Podemos, partidos de la oposición que acusan al lendakari, Iñigo Urkullu, de actuar con criterios partidistas. El PSE, socio de Gobierno del PNV, no ha mostrado ningún rechazo a ese calendario, y el PP, ahora liderado por Carlos Iturgaiz, también ha evitado el debate sobre las fechas y apoyado al lendakari. Contrasta esa posición con la de los socialistas gallegos, una postura contrapuesta que el líder del PSOE extremeño, Guillermo Fernández Vara, zanjó así: «El PSOE no es una orden religiosa».

Tras la reunión del Consejo de Gobierno vasco extraordinario, Urkullu explicó que su Ejecutivo estará vigilando la evolución de la pandemia y, en caso de que se diera un rebrote importante, dejaría sin efecto la convocatoria para hacer una nueva antes del 25 de octubre, fecha límite para estas elecciones. El lendakari sostuvo que el escenario actual permite pensar en julio porque «se ha superado la emergencia sanitaria y ya no hay peligro de colapso» en los hospitales vascos. Urkullu hizo hincapié en que los comicios se podrán celebrar con «todas las garantías sanitarias y de participación».

 

 

Las elecciones, cuya campaña electoral podrá acortarse si así lo acuerdan los partidos, no ha pillado por sorpresa a los grupos de la oposición. Bildu acusó a Urkullu de anteponer «sus propios intereses electorales y partidistas a las razones sanitarias». La candidata de Podemos-IU atribuyó razones partidistas a Urkullu.

El líder de los socialistas gallegos, Gonzalo Caballero, no se movió ni un ápice del discurso que abandera su partido contra la fecha del 12 de julio elegida por el presidente de la Xunta para celebrar las elecciones autonómicas, pues insiste en que es una convocatoria «que os galegos non querían» y que se hace sin que exista algún informe técnico o epidemiológico que garantice en el verano no habrá un rebrote de contagios del covid-19. El número uno del PSdeG acusó a Feijoo de entrar en una «escalada de velocidade, de présas, para pasar de puntillas sobre todo o que acontenceu nestos meses», que en su opinión exigen de una rendición de cuentas, pues entiende que hay cosas que no se hicieron bien en Galicia.