El Gobierno podrá compensar a las autopistas por su bajada de ingresos

Carlos Punzón
carlos punzón VIGO / LA VOZ

GALICIA

Aspecto que presentaba este martes por la tarde el puente de Rande, el tramo con mayor densidad de tráfico de la AP-9
Aspecto que presentaba este martes por la tarde el puente de Rande, el tramo con mayor densidad de tráfico de la AP-9 Xoán Carlos Gil

Por el COVID-19 autoriza subir el 15 % del tiempo de concesión o mejoras económicas

25 mar 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Las concesiones de autopistas se rigen en España por un principio básico para sus intereses: nada, absolutamente nada podrá alterar el equilibrio financiero de sus contratos. Si las administraciones públicas titulares de las infraestructuras que gestionan modifican con alguna orden o mandato las condiciones de su negocio, tendrán que recibir a cambio una compensación. Y esa reparación consta entre las medidas extraordinarias que el Gobierno central adoptó el 17 de marzo para hacer frente al impacto económico y social del coronavirus.

«Las medidas adoptadas por el Estado, las comunidades autónomas o la Administración local para combatirlo [al COVID-19] darán derecho al concesionario al restablecimiento del equilibrio económico del contrato», se señala expresamente en el artículo cuarto del decreto ley al aludir a los derechos reconocidos en las concesiones de obras y servicios públicos. Es decir, que lo que pierdan en el caso de las autopistas sus empresas gestoras por el descenso en su tráfico a cuenta de las restricciones a la movilidad decretadas, les serán reembolsadas.

El Gobierno establece dos vías para esa compensación: la ampliación del contrato en un máximo del 15 % del tiempo establecido en la concesión, o modificando las cláusulas económicas del pacto, entre el que podría figurar una elevación extra de peajes.

La AP-9 ya se sitúa en el tope máximo legal de años de concesión para una autopista, 75 en total. De autorizarse el citado máximo de un 15 % a mayores, habría que añadir 11,2 años más para que concluyese por tanto el cobro de peajes en el 2059. Dicha posibilidad chocaría con la afirmación del ministro de Transportes de que en Galicia y en Asturias se soportan «peajes injustos» por su larga duración.

La otra vía, la de modificar las cláusulas económicas de la concesión, tendría que definirse entre Audasa y el Gobierno, si bien el Ejecutivo adelanta expresamente en el decreto que «el reequilibrio, en todo caso, compensará a los concesionarios por la pérdida de ingresos», o el aumento de gastos si la lucha contra el coronavirus se los originase.

Trasladado a las concesiones de la Xunta, tanto en sus dos autopistas como en las cinco autovías con peaje en la sombra que se soportan con las arcas autonómicas, la factura de dos meses de compensación significaría el pago de unos 5 millones de euros.

 

Bajada espectacular

De entrada, la AP-9 ha registrado la jornada con menos tráfico de su historia, según los datos disponibles en Audasa. El pasado domingo solo transitaron 1.025 vehículos de media ponderada entre sus diferentes tramos. La concesionaria da cuenta del bajón en el volumen de sus usuarios, y por tanto de ingresos, al indicar que de 22.125 coches registrados en marzo del año pasado ha pasado a solo 5.070 en la primera semana de aislamiento.

El lunes 2 de marzo aún utilizaron de media la AP-9 20.185 vehículos, pasando a 9.043 el lunes 16 y solo ya a 5.616 el último viernes. En el puente de Rande, el tramo más utilizado de toda la autopista, el tráfico se ha desplomado en un 68,79 %, registrando el paso solo de 17.172 usuarios en un punto que el año pasado recorrieron 59.800 vehículos de media diaria.

Audasa aplicó una triple subida al precio de sus peajes el 1 de enero, que en conjunto supuso un incremento de las tarifas de un 2,69 %. Desde entonces y con el agravante de las limitaciones a la movilidad por el plan contra el coronavirus, el tráfico en lo que va de año en la AP-9 ha bajado un 21,44 % respecto a todo el 2019, quedándose en una cifra media de usuarios de 19.173.

Alvedro y Peinador solo abrirán cuatro horas al día, medida que no afecta a Lavacolla

La intensificación de las medidas de restricción a la movilidad y el drástico descenso en el número de vuelos y pasajeros que registran todos los aeropuertos de España ha llevado a Aena a reducir el horario y uso de sus terminales. Alvedro y Peinador serán las más afectadas en Galicia por la decisión, ya que ambas abrirán sus terminales solo para atender a los dos únicos vuelos que les quedan por jornada: los que por la mañana unen A Coruña y Vigo con Madrid, gestionados por Iberia en ambos casos. Los horarios de las terminales de A Coruña y Vigo serán de 6.30 horas a 11 cada día, salvo que alguna compañía solicite operar en otro horario. Por ello, en los dos aeropuertos los servicios de controladores aéreos, bomberos, seguridad y limpieza funcionarán durante todo el día para estar preparados para recibir posibles desvíos y vuelos de servicios de seguridad y emergencias, además de carga.

Eso sí, solo contarán los usuarios de los dos aeropuertos con una planta de aparcamiento para vehículos y ninguno de los establecimientos interiores abrirá en todo el día, así como también se restringirán los mostradores de facturación activos u otros servicios para evitar tener que desinfectar toda la terminal cuando su uso ha quedado reducido a un único vuelo de llegada y otro de salida. Lavacolla, en cambio, dada su clasificación de aeropuerto abierto las 24 horas, no cerrará su terminal en todo el día, aunque sí limitará el uso de su superficie y aparcamiento.