La Xunta ha diseñado un índice que, a través de cuatro variables, calcula la inserción laboral de las carreras que ofertan las universidades gallegas

Tamara Montero

Las decisiones importantes no se toman  teniendo en cuenta un único factor, desde luego, pero a la hora de escoger carrera, las perspectivas laborales cuentan. Ahora, quien esté planteándose estudiar una carrera cuenta con una herramienta más para tomar su decisión. La Xunta ha elaborado un índice de inserción laboral de los grados de Galicia teniendo en cuenta los datos del estudio de inserción laboral que hace la ACSUG todos los años.

El índice combina cuatro variables: el porcentaje de titulados que trabajaban en el momento de la encuesta, el salario, si hacen tareas de nivel universitario y si esas tareas tienen que ver con la titulación que han cursado. A través de una media geométrica, se calcula el índice, que tiene un valor entre cero y uno. El hecho de que sea una media geométrica quiere decir que aquellas carreras que tienen mayor índice han obtenido buenas puntuaciones en las cuatro variables estudiadas. La cuestión es, ¿qué carreras son?

Pues principalmente, las ingenierías y los grados de ciencias de la salud, que son las que copan los veinte primeros puestos del listado que ha elaborado la Consellería de Educación. La primera del ámbito de las ciencias sociales y jurídicas es Administración e Dirección de Empresas (puesto 22) y la primera de Humanidades es Información e Documentación, que este año ha estrenado nuevo plan de estudios y ha pasado a llamarse Xestión Dixital da Información e Documentación (puesto 30). Las últimas doce carreras del listado son todas del ámbito de las ciencias sociales y las humanidades, y entre ellas están algunas titulaciones únicas en el sistema gallego, como Filosofía.

Los datos han sido presentados por el secretario xeral de Universidades, José Alberto Díez de Castro, que ha aclarado que se ha escogido a los egresados del curso 2013-2104 por ser la primera promoción de los grados -de hecho se han depurado los datos de licenciaturas y diplomaturas- porque de este modo se pueden ir construyendo tendencias futuras. 

Claro que el estudio, que analiza el índice de inserción laboral de 123 titulaciones, tiene excepcionalidades. Por ejemplo, no están en él ni Veterinaria ni Farmacia porque el curso del que se han tomado los datos no había todavía graduados, sino que seguían titulándose por el plan de licenciatura. Los datos de Medicina no son significativos, porque los graduados eran estudiantes de licenciatura que habían decidido pasarse al grado. De hecho, la primera promoción de grado salía dos años después. Filoloxía Clásica no se ha incluido porque no había datos suficientes para hacer un análisis y Ciencias da Cultura tiene un índice cero porque todas las personas encuestadas dijeron que no trabajaban en nada relacionado con su titulación.

El estudio concluye que no todas las carreras tienen las mismas expectativas laborales y que el sistema universitario gallego sigue las tendencias analizadas a nivel español por otros estudios semejantes. La inserción laboral (también los mejores salarios y el desempeño de tareas que tiene que ver con sus estudios) se concentra en los ámbitos de las ingenierías y las ciencias de salud y es mucho más baja en ciencias sociales y humanidades, mientras que las ciencias se quedan en medio. 

El futuro del mapa de titulaciones

Contar con esta información -que además se puede ordenar por campus, por rama de conocimiento e incluso compara los índices de las carreras multiplicadas en varios campus- sirve no solo al alumnado y a sus familias, sino también a las propias universidades y a la Administración. Se trata de un indicador, según resaltó el secretario xeral de Universidades, que puede servir de herramienta para tomar decisiones sobre la oferta de plazas, sobre títulos que tienen poco atractivo y e incluso sobre el diseño de nuevos grados adaptados a los nuevos perfiles profesionales. De hecho, la Xunta utilizada desde el año pasado este indicador, entre otros, para aprobar o corregir las peticiones de límite de plazas de las universidades, ya sea al alza o a la baja.

La propia Conferencia de Rectores, en su último anuario estadístico (La Universidad Española en Cifras) plantea que este tipo de información sirve no solo para mejorar la información y la orientación sobre la empleabilidad, sino también la posibilidad de limitar titulaciones por tener una baja inserción laboral e incluso una inserción de poca calidad, así como dar incentivos económicos a una buena inserción y desincentivar una baja empleabilidad.