Urkullu abre la primera ventana a un adelanto electoral en Galicia

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Feijoo y Urkullu, durante una visita del primero a la sede del Gobierno vasco en el 2016
Feijoo y Urkullu, durante una visita del primero a la sede del Gobierno vasco en el 2016 David Aguilar | Efe

Feijoo tiene menos de 24 horas para decidir si hace coincidir los comicios gallegos con los vascos, el 5 de abril. «Non dependerá do que decidan outros», dice el presidente gallego, a quien Urkullu ya ha trasladado su decisión

10 feb 2020 . Actualizado a las 17:19 h.

Íñigo Urkullu ha anunciado esta tarde en Vitoria el adelanto de las elecciones autonómicas para el 5 de abril. De esta forma, el lendakari ha acortado al máximo la horquilla de fechas que él mismo estableció entre el Domingo de Ramos y el 26 de octubre, que es el límite que fija la ley con respecto a la convocatoria del 2016, un 25 de septiembre. El mandatario desató esta posibilidad la semana pasada al plantear y difundir la preceptiva consulta a los miembros de su Gobierno, un debate en el que escuchó argumentos de todo tipo. 

La presión cronológica tiene que ver con el deseo de Urkullu de desmarcar los comicios vascos de los catalanes, que se celebrarán seguro en el 2020 pero cuya fecha es una incógnita. Confirmada la disolución del Parlamento, mañana saldrá publicado en el diario oficial y empezarán a contar los 54 días de margen que debe tener la convocatoria de las votaciones. 

Urkullu ha decidido dar ese paso por varios motivos. Citó «evitar que en el País Vasco se instale una campaña electoral interminable», la imposibilidad de sacar adelante 29 iniciativas que tiene abiertas en su Parlamento, la posibilidad de abrir una nueva etapa a partir del 5 de abril tras la nueva situación política en España, y dejar listo el País Vasco para que en otoño se puedan presentar los nuevos presupuestos. 

Según la agencia Europa Press, Urkullu ya había comunicado al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al presidente catalán, Quim Torra, a la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, y al presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Ñúñez Feijoo, que adelanta las elecciones para el 5 de abril, antes de su comparecencia ante los medios.

Ahora la pelota está en el tejado del presidente Feijoo, partidario por principios de agotar las legislaturas, pero que de un tiempo a esta parte ha evitado insistir en un adelanto que nunca hubiera planeado en el ambiente de no haber coincidido en la fecha en las tres últimas elecciones con las del País Vasco. En el caso gallego, los márgenes de tiempo son los mismos, porque la ley dice que el presidente tiene que convocar con un margen de entre 54 y 60 días.

Por tanto, la fecha límite es la misma que la que maneja Urkullu, aunque la precipitación en las decisiones clave nunca ha sido una de las características del titular de la Xunta, que ni siquiera ha confirmado si se presentará o no, a pesar de las numerosas pistas que ha ido dejando y de que todos sus compañeros de partido, en Galicia y en Madrid, cuentan con él. 

Feijoo ha tomado esta cuestión con cierta tranquilidad: «Calquera decisión que teñamos que adoptar non ten que ver co que se diga hoxe ás 16 horas [por la convocatoria], senon co que pensemos que é o mellor para Galicia. O que vaiamos decidir faremolo de forma inmediata e vostedes [por los periodistas] terán comunicación directa». «Non dependerá do que decidan outros», añadió.

Los partidos vascos han acelerado en los últimos días sus preparativos para los comicios, y en Galicia el posible adelanto electoral ya ha sido motivo de reproches y declaraciones de la oposición, que entiende que Feijoo está jugando con la fecha para eludir otros debates.

El último que se ha pronunciado es el delegado del Gobierno, el socialista Javier Losada, que esta misma mañana lanzó un tuit en el que apunta el 24 de mayo como posible fecha, sin mayores explicaciones. Lo cierto es que, pasado este martes, la presión sobre una posible convocatoria se trasladará a principios de marzo, porque, de otra forma, la campaña coincidiría con la Semana Santa.

El debate sobre las fechas ha llegado a Génova. Pablo Casado respetará «absolutamente» la facultad de Feijoo como presidente de la Xunta para convocar las elecciones cuando considere oportuno. La vicesecretaria de Política Social del PP, Cuca Gamarra, compareció este lunes en rueda de prensa tras el comité de dirección popular para garantizar que, por «respeto a los gallegos, respetamos absolutamente esa facultad que tiene su presidente», y que por tanto, Génova no influirá lo más mínimo sobre la conveniencia o no de precipitar esa llamada a urnas en Galicia.

No obstante, fuentes de la dirección del partido en Madrid trasladan que verían con buenos ojos que las elecciones gallegas coincidiesen con las vascas, «como ha ocurrido siempre», afirman, si como todo parece indicar, finalmente el lendakari Urkullu oficializa la disolución del parlamento vasco para convocar elecciones para el próximo 5 de abril coincidiendo con el domingo de Ramos, informa Fran Balado.