Carpetazo judicial al doble crimen del Cash Récord de Lugo al cumplirse 25 años

Xosé Carreira LUGO / LA VOZ

GALICIA

Beli Sánchez, cuñada de Esteban, e Isabel López, hermana de Elena, ayer, en el lugar del crimen
Beli Sánchez, cuñada de Esteban, e Isabel López, hermana de Elena, ayer, en el lugar del crimen ALBERTO LÓPEZ

«El juez no hará más diligencias y envía el asunto a la Audiencia», dice la hermana de una de las víctimas

30 abr 2019 . Actualizado a las 08:38 h.

«Veinticinco años sin saber quién mató a nuestros familiares y estos días, para celebrar la efeméride, un regalito de la justicia. El juez del caso le da carpetazo y, quizás, no habrá más investigación». Quien esto cuenta es Isabel López, una mujer coraje de Lugo que, durante medio siglo, luchó a tope para poner cara, nombre y apellidos, a la persona o personas que acabaron con la vida de su hermana Elena, de 32 años y la de su compañero de trabajo, Esteban Carballedo, de 26. Los dos fueron abatidos a tiros en el interior de las instalaciones del Cash Record del polígono industrial de O Ceao, en Lugo, donde trabajaban, ella de cajera y él de reponedor. Fue el último día de abril de 1994.

La policía tendría que haber esclarecido lo ocurrido, pero no lo consiguió porque la investigación -dicen algunos familiares de las víctimas- fue una «chapuzada a todos los niveles». Ayer, Isabel López, decía estar convencida de que nadie quiso llegar a los asesinos por algún extraño interés, «quizás de tapar a alguien».

La investigación y la posterior tramitación judicial del caso fueron algo extraño. Tuvieron que pasar 18 años para que la hermana de la víctima -que fue la primera en acudir a la nave de O Ceao el día en que ocurrieron los hechos- pisara un juzgado, porque nadie la llamó para que prestase declaración.

En este cuarto de siglo no quedó una puerta a la que Isabel López no llamase. Pasó por el despacho de todos los gobernadores civiles, primero, y después subdelegados del Gobierno que ejercieron en Lugo. Todos la recibieron con los brazos abiertos, se solidarizaron con ella y le prometieron el esfuerzo policial. Pero la solución al crimen no llegó.

El caso pasó por varios comisarios e inspectores de policía, pero parece que no le vino nada bien al asunto andar de mano en mano. Isabel López recuerda que llegó a perderse documentación y hasta tiene muy presente que, cuando los policías se presentaron en la nave de O Ceao, se olvidaron del carrete de la cámara de fotos con la que tenían que tomar imágenes de las víctimas, de los casquillos de las balas y de otros detalles. «Uno de ellos regresó a la comisaría para coger un carrete y volvió con uno de 24 fotos. Creo que enfrentarse a un doble crimen con un carrete de 24 fotos... No sé... Bueno, si pienso en eso me quedo realmente a cuadros de cómo pudo ser el resto de la investigación y la tramitación del caso. Recuerdo perfectamente como toda la documentación anduvo por los almacenes de varios juzgados», expresó Isabel López.

En los últimos días, el titular del juzgado de primera instancia del Juzgado número 1, comunicó que enviaba el asunto a la Audiencia para que decidiese. «Nos viene a decir -expone la hermana de la cajera asesinada- que no va a practicar ninguna prueba más. Punto. Supongo que se ampara en que ya pasaron 25 años y que la muerte de dos personas ha prescrito. En fin, hablando claro, carpetazo a la matanza y adiós». Ahora, los familiares afectados quieren pedir amparo a la Audiencia para que todavía deje abierta alguna puerta.

«La ley es la que es; pero ¡Qué la cambien! ¡No puede darse carpetazo a la muerte de dos personas porque pasen 25 años y lo diga la ley! No es posible. La vida de una persona no puede marcarse por un tiempo. No puede haber un plazo para descubrir a alguien sin escrúpulos que aprieta un gatillo y acaba con lo intocable de una persona: su vida», dice la afectada por el doble crimen que, en principio, tuvo como objetivo el robo. De hecho, de la caja fuerte del establecimiento llegaron a desaparecer unos 30.000 euros.