Mañón compra la vieja base americana de Estaca de Bares

ANA F. CUBA ESTACA DE BARES / LA VOZ

GALICIA

De las edificaciones, unos 1.200 metros cuadrados, desvalijadas, solo quedan paredes y techos.
De las edificaciones, unos 1.200 metros cuadrados, desvalijadas, solo quedan paredes y techos. ÁNGEL MANSO

El Concello pagará al Ministerio de Defensa 76.000 euros por la instalación, cerrada desde 1991, para darle un uso turístico

16 ago 2019 . Actualizado a las 15:29 h.

Durante años, vecinos del Porto y la Vila de Bares celebraban el Día de la Independencia de Estados Unidos, el 4 de julio, invitados por los militares de la base americana construida en Estaca de Bares en 1960 y operativa hasta 1991. La Guardia Costera norteamericana gestionó la estación Loran -un sistema electrónico de navegación de largo alcance por radio, desarrollado durante la Segunda Guerra Mundial en apoyo de la aviación aliada- desde 1961, cuando entró en servicio, hasta 1977, año en el que tomó el relevo la Fuerza Aérea, que permaneció en la zona hasta 1991. Aquel mismo año comenzaron las gestiones del aún alcalde de Mañón, el popular Alfonso Balseiro, para hacerse con las naves y los terrenos donde se ubican.

Aquella negociación culminó el jueves, con la aprobación, en el pleno municipal, del acuerdo de compra de la vieja base americana al Ministerio de Defensa por 76.624,43 euros, que el Concello abonará en cuatro anualidades de 19.156,11, entre 2020 y 2023. «Levo vinte e oito anos intentando comprala [...], tratei en Madrid con todos os gobernos, de Felipe González, Aznar, Zapatero e Rajoy. A última negociación comezou co PP e acabou despois da moción de censura, co PSOE», narra el regidor.

En 2013, Defensa puso a la venta las edificaciones, de unos 1.200 metros cuadrados, y la parcela, calificada como finca rústica, de 65.579, y tasó el conjunto en 258.079 euros. El alcalde mañonés entendió «excesivo» el precio para un espacio protegido, que forma parte de la Red Natura 2000 y está afectado por Costas, lo que condiciona cualquier posible intervención; y no se formalizó ninguna oferta privada. «Deberíanlla ceder ao Concello, pero a lexislación non o permite, ou deixárnola por un prezo simbólico, pero a cantidade á que chegamos agora [76.624 euros] é asumible. Tiñamos a alternativa de abrir un expediente de ruína e obrigar [a Defensa] a tiralo, pero ían alargar moito os prazos para facelo. Aquilo afea moito a zona, un lugar estratéxico, coñecido en todo o mundo, e sendo propiedade do Concello poderemos facer algo bo para o turismo», defiende Balseiro. La oposición municipal, del PSOE, se abstuvo por considerar que Defensa tendría que haber facilitado la operación por un precio simbólico.

El desvalijamiento de la base comenzó al poco de clausurarse la estación. Ahora quedan las paredes, los techos y los tanques oxidados del carburante. «Algo haberá que derribalo, pero, de momento, teño que falar con Turismo e coa Consellería de Medio Ambiente para ver que se pode facer alí, despois presentaremos un proxecto e buscaremos como financialo», explica Balseiro. Profesionales de la Escuela de Arquitectura de A Coruña, vinculados al farero Eugenio Linares, ya jubilado, elaboraron un anteproyecto para crear un albergue y un área de acampada libre. Las eventuales obras tal vez ayuden a aclarar al fin si existieron los túneles «secretos de los yanquis» o se trata de una leyenda.