Investigan a dos vecinos con intereses en el monte que ardió en Mondariz

Monica Torres
mónica torres MONDARIZ / LA VOZ

GALICIA

M. Moralejo

«Non necesitaron máis ca un chisqueiro, achegárono ao mato e xa prendeu», dicen los expertos

10 oct 2018 . Actualizado a las 09:38 h.

«A investigación está encamiñada cara a un par de veciños con intereses no monte». Tras cuatro horas recorriendo la zona arrasada por el fuego en Gargamala, el oficial Porto puede concretar ya los primeros avances de la investigación que lleva a cabo la Policía Autonómica con la Brigada de Investigación de Incendios Forestais (BIIF) de Medio Rural en Mondariz. Con el policía Ramón y con los agentes forestales del BIIF, Iván Urtaza y Alberto Porto, cruzaron datos a primera hora de la mañana sobre el terreno y recorrieron el fuego «en sentido inverso». Así explican los agentes Porto y Urtaza cómo se llega hasta la zona en la que se desató el incendio. «Hai que ler o monte sen prexuízos, buscando os vestixios alá por onde pasou o lume. É un método de evidencias físicas no que interpretamos os rastros», señala el agente medioambiental, Alberto Porto. Y lo hicieron hasta dar con el lugar y analizarlo palmo a palmo. Solo entonces obtienen las primeras conclusiones. A la una de la tarde de este martes, el equipo confirmaba con rotundidad que el incendio fue intencionado. «O lugar no que comezou o lume está na parte superior dunha pista, non temos indicios de actividade, nin tendidos eléctricos, nin unha fogueira que puidese producir o lume. Ao non haber ningún medio de ignición, pensamos que, efectivamente, este lume é intencionado». Añade que «presumiblemente non necesitaron máis ca un chisqueiro: achegárono ao mato e, coas condicións que había ese día, isto propagouse de forma moi rápida», asegura Porto. Alguien quiso limpiar el monte a cualquier precio. «Ou para que poida pastar mellor o gando, ou tamén pola caza, porque sacando a maleza é máis doado dar cos xabarís e cos corzos», apunta el oficial.

M.MORALEJO

«Los incendiarios suelen ser reincidentes y tenemos históricos de información»

En el caso de Gargamala, «el autor conocía perfectamente la zona, porque plantó en una pendiente hacia abajo para que se propagase más rápido y con una salida para escapar sin que nadie lo viera. Esta no es una zona de paso». La Policía Autonómica continuará ahora la investigación con la toma de declaración a los vecinos, «ya que los testigos son fundamentales». Las reticencias de las personas, especialmente en la zona rural, a hablar de sus vecinos dificulta la identificación de los posibles culpables. Por eso también hay un teléfono, el 886 110 881, en el que cualquier ciudadano puede advertir de forma anónima de un riesgo o de una sospecha sobre un incendio. Desde julio, los policías patrullaban dos veces al día Gargamala ante el riesgo potencial de la zona.

El oficial Porto, con el policía Ramón y con los agentes del Seprona, hicieron ayer una radiografía del escenario interpretando rastros, como si las piedras y los árboles les hablasen. El fuego comenzó a unos cien metros del que se produjo hace un año en la misma parroquia, en las proximidades del regato de Furafollas. El análisis posibilita a los expertos ratificar también sus primeras hipótesis. «Los incendiarios suelen ser reincidentes, y tenemos mucha información compartida que se actualiza constantemente en un histórico y durante todo el año con las brigadas», recuerda el oficial Porto.