Achaca al corrector de WhatsApp las amenazas a su exnovia

Alfredo López Penide
López Penide PONTEVEDRA / LA VOZ

GALICIA

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El fiscal solicita 18 años por un delito continuado de violación

05 oct 2018 . Actualizado a las 10:08 h.

Se acogió a su derecho a no contestar a las preguntas del fiscal y solo encaró las cuestiones que le planteó su abogado para negar de plano las acusaciones. El fiscal imputa a este vecino de Ribadumia por maltrato habitual, por lo que solicita tres años de prisión, y por un delito continuado de violación, por el que pide otros quince años de cárcel, a cuyo término defiende que debe someterse a cinco años de libertad vigilada, en los que debería hacer un programa de educación sexual y seguir un curso de sensibilización sobre la violencia contra la mujer.

Ayer, en la Audiencia de Pontevedra, reconoció que la pareja se rompió en agosto del 2015, si bien dijo que eso no habría trastocado la relación con la víctima. Aseguró que siguió viviendo en su casa, de la que tuvo llaves hasta que ella lo denunció. También sostuvo que, en alguna ocasión, mantuvo relaciones sexuales con su exnovia, pero siempre «consentidas».

El fiscal destacó que, tras una de las agresiones sexuales, el acusado remitió a su exnovia wasaps preguntándole insistentemente si le iba a denunciar o no. «K tes pensad facer vasm denunciar ou no», «keres Kontextar, so kero saber s m vas denunciar» o «nn kero perder os meus pekes n cárcel» son algunos mensajes del 29 de septiembre del 2015, que un día antes tenían un tono amenazador e incluían graves insultos.

El acusado sorprendió al explicar que el culpable de esos textos era el sistema corrector del WhatsApp: «Mandaba palabras que no quería escribir [...]. Por su culpa había cosas que no quería decir». Reconoció que, en ocasiones, sufría ataques de celos y «ponía cosas que no debía», pero «siempre le pedía perdón después».

La víctima compareció a puerta cerrada y se ratificó en la denuncia ante la Guardia Civil, en la que constan, al menos, ocho agresiones sexuales.

Al parecer, su testimonio fue tan detallado que llevó al fiscal a considerar que el acusado «controló y dominó de manera constante» a la madre de su hijo en un clima de miedo y temor