A la tradición histórica de las pintadas se refiere Cristina Montojo, profesora de Escultura en la Escuela Superior de Conservación e Restauración de Bens Culturais de Galicia, en Pontevedra. Llega a otorgarles la consideración de «pintadas o grafitos históricos», como manifestación de ideas y denuncias, y en ellas incluye el arte callejero actual, con ejemplos como Banksy o Muelle. «No atacan o agreden a otro bien cultural catalogado como tal previamente», señala Montojo para diferenciarlas del «vandalismo» que suponen las pintadas que son agresiones por su significado, aspecto y ubicación. Respecto a su tratamiento, recomienda contrastar los métodos a emplear en las restauraciones, y como mensaje a la sociedad, la experta en escultura estima que la mejor manera de prevenir el efecto de las pintadas «no es otra que la formación y educación» en el respeto a nuestro patrimonio. «No solo de las escuelas, sino también en los entornos sociales y familiares, debemos ser conscientes, y así saber transmitirlo a las nuevas generaciones, de la importancia enorme que significa cuidar los legados culturales de los que todos, como sociedad, somos herederos y custodios», remata Cristina Montojo.