El triángulo más ardiente de Galicia

Xavier Fonseca Blanco
xavier fonseca REDACCIÓN / LA VOZ

GALICIA

Xavier Fonseca

Arbo, Leiro y Ourense terminaron la ola de calor en el podio de los lugares más cálidos de la comunidad

07 ago 2018 . Actualizado a las 16:51 h.

El lugar más caluroso de la Tierra se encuentra en el desierto de Mojave (California). Concretamente en la cuenca Badwater, situada en el Valle de la Muerte, donde las temperaturas alcanzan con facilidad los 54 grados. Ahí coinciden distintos factores que aumentan el mercurio de forma notable. Al clima seco y cálido propio de una zona desértica se suma la orografía. Cuando el aire caliente asciende, queda atrapado por las montañas y la presión atmosférica, que le obligan a descender nuevamente. De esta forma, se crean corrientes circulares que concentran el calor sobre la superficie.

Este mismo fenómeno ocurre en las tres sartenes de Galicia; Ourense, Leiro y Arbo. La ciudad de As Burgas y las localidades del Miño de Ourense y Pontevedra han registrado las temperaturas más elevadas durante la intensa ola de calor que ha dejado ya seis muertos en toda la Península; Dos en Murcia, dos en Tarragona, uno en Cáceres y uno en Barcelona. Las máximas superaron en estas tres localidades gallegas los 40 grados. «En Ourense, pola súa situación xeográfica dentro do val do Miño créase un efecto de cunca. Cando chega á cidade unha masa de aire quente e hai unha situación anticiclónica, ese aire queda estancando», explica Marcos Tesouro, de MeteoGalicia.

El aire caliente, menos denso que el frío, siempre tiende a ascender. Pero si hay altas presiones, ausencia de viento y las montañas le bloquean el paso, se produce un proceso de sobrecalentamiento que eleva el mercurio a lo largo del día hasta alcanzar valores extremos. «En Leiro, na comarca do Ribeiro, co río Avia e as montañas dos arredores en Ribadavia, Cenlle ou Castrelo, ocorre un proceso parecido», reconoce Tesouro.

Hay que añadir además que las zonas elevadas producen un efecto Foehn, otro fenómeno atmosférico que incrementa las temperaturas. El aire que se encuentra con una montaña asciende, y a medida que lo hace pierde humedad y temperatura. Cuando pasa al otro está mucho más seco y cálido, hasta diez grados más. Esto ocurre en Leiro, la localidad que ha terminado la ola de calor con los registros más altos de la comunidad.

Descenso térmico generalizado

El cambio de tendencia ya se hizo notar ayer con intensidad en las provincias atlánticas, sobre todo en la costa sur. El descenso de las temperaturas superó en algunos casos los diez grados. Las máximas apenas superaron los 22 grados. En las provincias de Lugo y Ourense, la presencia todavía del aire africano mantuvo los termómetros por encima de los 35 grados. Hoy el aire marítimo también llegará al interior de la comunidad, donde las temperaturas comenzarán a descender. La caída de los termómetros será más notable en las mínimas. Los gallegos podrán volver a dormir con normalidad, ya que los valores nocturnos oscilarán entre los 12 y los 14 grados. Regresan además las lluvias a las provincias del norte. Mañana y pasado, los vientos de componente oeste garantizarán nubes bajas lluvias débiles y unas temperaturas muy discretas.

A partir del jueves el tiempo mantendrá una dinámica muy cambiante. Habrá períodos con condiciones más secas pero también hay un amplio margen para la inestabilidad. La previsión para el fin de semana apunta a cielos alternando nubes y claros el sábado pero el domingo regresan las tormentas, que podrían ser fuertes en el interior.