El retraso judicial libra de prisión a 13 acusados de obligar a menores a mendigar

GALICIA

Alberto Mahía

La acusación pública acordó con la defensa una pena de dos años de cárcel

27 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro mujeres y nueve hombres ocuparon ayer el banquillo de la Audiencia Provincial de A Coruña seguros de que no iban a ir a prisión pese que la Fiscalía pedía para todos ellos penas de 7 años de prisión. El retraso judicial injustificado y el hecho de que indemnizaran a las víctimas obligó a la acusación pública a rebajar el castigo y a acordar una pena con las defensas de dos años de cárcel. Al carecer de antecedentes, no ingresarán en prisión.

Los procesados, que residían en Ferrol, se dedicaban a traer a España a menores de su país para mendigar en las calles.

En el escrito de acusación se apunta cómo entre los años 2012 y 2013 los acusados viajaron a Rumanía ?y en uno de los casos a Zamora? para concertar matrimonios bajo pago de determinadas cantidades con las familias de las víctimas, con el objetivo de llevarlas a España para obligarlas a mendigar.

Quedó probado que las chicas salían «diariamente desde la mañana a la noche a pedir dinero por las calles», bajo la vigilancia de los acusados, a los cuales les entregan la ganancia obtenida.

A principios del año 2013, una de las mujeres acusadas viajó a Rumanía y allí contactó con la madre de una chica de 15 años que estaba embarazada, a la que le propuso traer a la menor a España para ser pareja de su hijo y tener aquí al bebé.

La madre aceptó el ofrecimiento, y una vez que la menor llegó a Ferrol era obligada a pedir limosna por la calle diariamente, desde la mañana hasta la noche. También a principios del 2013, otra acusada y su esposo le propusieron a otros padres de diez niños casar a una de las menores con su hijo, pagando en ese caso una dote de 5.000 euros y haciendo una fiesta, y así consiguieron traer a la chica hasta Ferrol para ponerla a mendigar.

Casamiento de una menor

En el verano del año 2012 otros dos acusados acudieron a Zamora para amañar otro casamiento de una menor rumana con su nieto, a cuyos padres les abonaron en ese momento una dote de entre 3.500 y 6.000 euros. Su destino también fue entonces el de mendigar por las calles.