La Xunta da por roto el comité de huelga de la Justicia y no lo convocará

x. melchor / j. capeáns / d. s. SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

Expedientes amontonados en un juzgado tras la huelga de Justicia
Expedientes amontonados en un juzgado tras la huelga de Justicia PITA

La negociación que zanjará el conflicto deberá celebrarse en una mesa sectorial

10 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Perdida la batalla de la huelga por la falta de apoyo de los trabajadores, los sindicatos que aún forman parte activa del comité de huelga, CUT, STAJ, CIG y SPJ-USO, se han marcado ahora como objetivo mantener vivo este órgano y que sea el que negocie con la Xunta el cierre definitivo de un paro que por el momento solo se ha «interrumpido» -en la terminología de estas cuatro centrales-, pero no se ha desconvocado.

La Xunta, sin embargo, no va a convocar al comité de huelga para retomar la negociación. No lo ha afirmado de forma tan categórica, pero el vicepresidente, Alfonso Rueda, ya ha dejado claro en varias ocasiones esta semana que solo se sentarán en una mesa en la que estén todos los sindicatos, y esa exigencia inhabilita al comité del huelga, del que ya no forma parte una de las organizaciones, CC.OO., y a cuyas reuniones tampoco asisten otras dos, UGT y CSIF.

El limbo legal en el que han dejado CUT, STAJ, CIG y SPJ-USO la huelga en la Justicia plantea muchas incógnitas en torno a la vigencia del comité, que solo existe mientras el paro está convocado y activo, algo que ya no ocurre actualmente, por lo que la Xunta entiende que ya no tiene la obligación de negociar con él. Así las cosas, tanto la Xunta como parte de los sindicatos comienzan a hablar de entablar esa negociación en otros foros, y eso abre la puerta a la convocatoria de una mesa sectorial. Tras anunciar que dejaba el comité, CC. OO. ya pidió al Gobierno gallego su convocatoria, algo que también apoyan desde UGT y que no verían con malos ojos en CSIF, aunque ellos han vuelto a proponer la posibilidad de una mediación, algo que ni tan siquiera ha sido valorado por la Xunta, pero tampoco por las otras organizaciones.

El presidente de la Xunta cree que, de haber conocido los intereses «ideolóxicos e non laborais» de tres de los cuatro sindicatos presentes en el comité de huelga de la Justicia, esta hubiera durado «moi pouco». Feijoo acusó directamente a CIG, CUT y STAJ de actuar pensando en las elecciones del próximo año y de «mentir» durante tres meses a los trabajadores al prometerles que iban a recuperar todo el dinero perdido en las nóminas este trimestre. Cuando el Gobierno insistió en las últimas semanas en que esta opción no era ni operativa ni legal, la desmovilización fue evidente, y a su juicio una parte de los negociadores acabaron «abandonando» a sus representados.

Plan para recuperar el trabajo

El jefe del Ejecutivo gallego confía en concretar los compromisos cuanto antes para coordinar con el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia el plan de trabajo que permita recuperar parcialmente el tiempo perdido. Sin embargo, advirtió que la Xunta va a defender que todos los empleados públicos accedan a las jornadas adicionales.

El PP aprueba en solitario reprobar las «coaccións» de algunos sindicatos

El Parlamento gallego aprobó ayer, únicamente con los votos del grupo del PP, una iniciativa en la que se reprueban las actitudes mostradas por «un sector sindical» durante las votaciones que se celebraron en torno al preacuerdo alcanzado con la Xunta. El diputado Jacobo Moreira arguyó que fueron las propias centrales las que dijeron que la votación se celebró en un ambiente de «coaccións», mientras la oposición reprochó al PP que su única propuesta sobre la Justicia no fuera para resolver el conflicto laboral.

De la unidad a la guerra de todos contra todos

x. m.

Pocas veces unidad es una palabra que puede acompañar a sindical, porque las organizaciones de trabajadores se llevan mal entre sí y no son capaces de juntarse ni para celebrar el día del trabajador cada 1 de mayo. De ahí que fuese tan relevante que los sindicatos de la Justicia en Galicia fuesen de la mano y enarbolando esa unidad como gran bandera para reivindicar las que pocos dudan eran justas reivindicaciones, como que se actualizasen sus salarios para que dejasen de ser de los peor pagados de España.

La unidad se mantuvo pese a muchas tiranteces hasta que en los sindicatos UGT, CSIF, CC. OO. y buena parte de SPJ-USO empezaron a pensar que la intransigencia de CUT, STAJ y CIG tenía más que ver con cálculos electorales -las elecciones sindicales son dentro de un año- que con la defensa de los trabajadores y la búsqueda de un buen acuerdo.

De la ruptura en dos bandos hemos pasado ahora a la guerra de todos contra todos en la que ya ni se respetan las teóricas alianzas. Así, CIG pasó de figurar en el acuerdo de interrupción de la huelga a enviar a sus afiliados una nota interna en la que criticaba a CUT y STAJ por tomar una decisión legalmente discutible y sin poner condiciones a la Xunta. Por ello, explican, votaron en contra. Pero también criticaba duramente a SPJ-USO, pese a que esta organización está ahora integrada en el bando que quiere mantener vivo el comité. De ella, reiteraba que había negociado «ás agachadas» con la Xunta el preacuerdo que rechazaron los trabajadores.