«Si se sospecha de un riesgo, es una obligación de los padres intervenir», advierte el psicólogo Fernández Blanco
Román Rodríguez recordaba este miércoles que «as novas tecnoloxías e sistemas de comunicación teñen aspectos moi positivos pero tamén algún efecto perverso», aunque para Enrique Dans no más que el riesgo de salir con los amigos por la tarde. «A los 13 años -dice el experto en redes- uno se mete en problemas seguro, pero es la forma de crecer».
En ese contexto, en el del riesgo, es cuando, en palabras de Fernández Blanco, se puede permitir ser más intrusivo con la intimidad del menor: «Es igual que leer el diario de un hijo. En este caso tiene el componente de la lógica del intercambio con otros, pero solo se debería intervenir si uno tiene la sospecha razonable de algún problema. De hecho, es una obligación y no hacerlo es una dejación del deber parental». Es lo que opina también Enrique Dans: «El uso del móvil no redefine la educación, ni siquiera necesita legislación propia con los hijos. Espiar no es recomendable nunca, pero a veces ocurre, como cuando se revisaba antes debajo de la cama, en la mochila, o los padres escuchaban en la puerta por si oían lo que uno hablaba por teléfono».