Los arquitectos: «La guía de colores deja fuera las extravagancias»

Juan María Capeáns Garrido
Juan Capeáns SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

MONICA IRAGO

Los expertos rechazan una normativa de colores, pero sí su aplicación en zonas concretas

25 oct 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Desde esta semana cualquier gallego puede comprobar si la estética y la combinación de colores y materiales de su casa responde a los parámetros fijados para su zona en la Guía de cores e materiais, un «trabajazo» que el Colexio de Arquitectos asumió al principio con reticencias por encomienda de la Xunta. Antonio Maroño, decano del COAG, temió que el resultado fuese «excesivamente arbitrario», pero pronto percibió que no lo era y que ha resultado un ejercicio de «rigor» en el que se han dejado fuera de rango «los extremos, las ocurrencias y las extravagancias». «Y eso que me parecía complicado, pero se ha hecho una buena labor de depuración y ahora tenemos una herramienta que será más útil para la educación de los ciudadanos que para los profesionales cuidadosos, que siempre tienen esa mirada antes de intervenir», dijo.

En cambio, Maroño no ve fácil que la guía pueda alcanzar carácter normativo y obligatorio, porque entonces el trabajo sería «inabordable», cuando en realidad, a su juicio, no existen tantas diferencias entre unas y otras zonas. «Sí se ven muchos matices y variedades locales, que están siempre del lado de la lógica», destaca, aunque las influencias más potentes del siglo XX, como puede ser la Bauhaus, superaron todos los límites geográficos. El representante de los profesionales de la arquitectura sostiene que su gremio se siente más cómodo siguiendo las recomendaciones de una guía que «unas normas draconianas», y sí ve posible ofrecer ahora pautas de intervención en zonas muy concretas, «incluso casa a casa».

Una de las esperanzas del decano es que este «libro blanco» cale entre la ciudadanía y que el profesional no se vea obligado a buscar soluciones al capricho de un cliente, «porque, por aberrante que parezca, siempre hay alguien (promotor y arquitecto) que puede llegar a justificar unas carpinterías de color oro», pone como ejemplo. De hecho, Maroño insiste en que el valor de la guía no es tanto la paleta de colores como la acotación de los porcentajes de saturación, que elimina los brillos y pone el acento en las combinaciones en función de las tipologías y formas. Sobre la recomendación del presidente de la Xunta de recurrir al blanco cuando surjan dudas, el decano tiene su propia interpretación: «Hay blancos y blancos, pero entiendo que Feijoo está apelando al sentido común».