Los desafíos del turismo rural

Mario Beramendi Álvarez
mario beramendi RIBADAVIA / LA VOZ

GALICIA

XESÚS BÚA

La escasez de una oferta en el entorno condiciona un sector que creció empujado por la ayuda pública para reformar casas

01 jun 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Hubo un tiempo en el que el turismo rural parecía estar llamado a ser la tabla de salvación de un campo azotado por el envejecimiento y por la falta de rentabilidad de las actividades tradicionales. Las casas proliferaban como una moda. Y se vivió una auténtica eclosión de la oferta de plazas. Un crecimiento que se inició en los noventa y que acabó en el 2010.

Desde entonces hasta ahora, se ha producido una reducción próxima al 10 %, lo que evidencia la dificultad de las empresas para conseguir la viabilidad económica. Más allá del análisis cuantitativo, del impacto económico medido en cifras, existe cierto consenso sobre una conclusión: el turismo rural no ha servido como verdadero motor del desarrollo del campo. Ese es el principal diagnóstico de la jornada organizada ayer por el Foro Económico de Galicia (FEG) en Casal de Armán (Ribadavia). ¿Por qué ha ocurrido esto? Existen varias causas: detrás del auge de la oferta había una motivación que tenía más que ver con el deseo de rehabilitar casas con ayudas públicas -lo que ha servido para proteger el patrimonio inmobiliario rural- sin que detrás hubiese un emprendimiento turístico.

Esto explica algunos casos de falta de formación de los dueños, su desconocimiento del entorno natural y del valor etnográfico y cultural, y las dificultades de asesorar al visitante sobre qué hacer, además de ofrecerle un sitio donde dormir al mejor precio posible. «O éxito empresarial dalgunhas casas e a falta de interrelación coa economía incrementa as desigualdades de renda, dando lugar a un rexeitamento maior dos turistas por parte dos residentes; unha maioría de turistas só usan a casa para durmir, reducindo así o gasto local», explica Xulio X. Pardellas, profesor de la Universidade de Vigo.

En Galicia hay unas 600 casas de turismo rural, y solo el 20 % de sus dueños se dedican plenamente a esta actividad. Los expertos reunidos por el FEG llegaron a una conclusión inapelable: el sector está abocado a una reconversión que pase por abandonar la competencia en precio y se enfoque a dar una oferta integral, lo que lleva a priorizar aspectos como la formación del empresario y a lanzar una estrategia que incluya acciones de apoyo para la cooperación de empresas complementarias, para distribuir así el gasto y que repercuta más en el entorno. «O sector ten que reinventarse», insistió Cesáreo Pardal, presidente de la Federación Gallega de Turismo (Fegatur).

Una reconversión necesaria

El futuro pasa por poner mejor en valor el entorno rural. Y algunos datos animan: Galicia apenas capta el 1,4 % del turismo extranjero que visita España, pero en cambio acoge el 4,2 % de los foráneos que ocupan casas rurales en España. Esto revela un atractivo y un potencial de crecimiento, sobre todo entre los extranjeros. Y pone en evidencia la necesidad de articular una estrategia que sirva para definir la política de los establecimientos turísticos rurales como motor para un verdadero desarrollo.

Un millón de turistas visitaron Galicia en los primeros cuatro meses del año

Galicia aumentó en abril casi un 50 % el volumen de pernoctaciones en establecimientos turísticos reglados, lo que la sitúa un 25 % por encima de la media nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La subida en cuanto a viajeros fue de un 37,5 % con respecto a abril del 2016, un 13,6 % más que la media española. Este incremento se mantiene en el primer cuatrimestre del año, el número de viajeros supera el millón y las pernoctaciones se sitúan en 1,8 millones.

Subida del turismo rural

Los datos fueron buenos también para el turismo rural. Los viajeros alojados en este tipo de establecimientos aumentaron un 79,4 % durante el mes de abril si se comparan con los del año anterior, 20.240 viajeros este año y 8.959 menos en el mismo mes del 2016. La diferencia, en todo caso, se explica por la coincidencia en abril de la Semana Santa (el año pasado fue en marzo).

La brecha tecnológica y la fiscalidad por el IBI, quejas de los empresarios

Aunque la comunidad avanza en la provisión de banda ancha en una gran parte del territorio sigue habiendo zonas del interior con problemas de conectividad a Internet de alta velocidad, una circunstancia que resta competitividad a los establecimientos. Además, el aumento del recibo del IBI por la revisión de los valores catastrales ha incrementado la carga fiscal en negocios de turismo rural que pasaban por apuros económicos.