Dirigentes del PSdeG empiezan a tomar posiciones ante un probable cambio en la gestora

Domingos Sampedro
domingos sampedro SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

XOÁN A. SOLER

El sector que emergió con la operación que tumbó a Sánchez reclama su parcela de poder en Galicia

03 nov 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Unos dan por hecho que la gestora que dirige el PSdeG desde hace siete meses será disuelta, y otros interpretan que ni siquiera sería necesario llegar a ese punto, pues bastaría con designar una comisión más plural con la incorporación de nuevas personas. Pero lo que casi todos dan por hecho es que la dirección provisional del PSOE gallego no resistirá mucho más tiempo sin cambios. Y la razón obedece a la falta de sintonía con Ferraz de su actual presidenta, la diputada Pilar Cancela, persona que jugó hasta el último momento en el campo de Pedro Sánchez, pero también al hostigamiento constante al que Cancela están siendo sometida por sus detractores en Galicia, con el alcalde de Vigo a la cabeza.

Ante la previsión de que los cambios en Galicia se materialicen en las próximas semanas, las diferentes familias que cohabitan en el partido han empezado a tomar posiciones para no perder peso político y territorial en caso de que la gestora sea disuelta.

El partido asiste a estos movimientos fragmentado, básicamente en dos mitades. De un lado está la mayoría -o al menos quienes hasta las primarias de mayo tenían la mayoría- que pivota en torno a las provincias de A Coruña y Lugo, donde era mayor el peso político de Besteiro y de su lugarteniente en el partido, la propia Pilar Cancela. Esta alianza, que suma también algunos apoyos en Ourense, sobre todo en la capital de la provincia, O Barco y Verín, así como en la provincia de Pontevedra -entre los sectores alineados con Modesto Pose y Luís G. Piña-, fue la que ganó con las primarias con la baza de Fernández Leiceaga y la que aportó los perfiles que están en la gestora del PSdeG.

Reivindicar la parcela

Del otro lado se sitúa el sector que perdió las primarias con Méndez Romeu, que se nutre básicamente de las provincias de Ourense y Pontevedra, así como ciudades como A Coruña y Santiago, con el respaldo de barones como Abel Caballero o Pachi Vázquez. Todos estos dirigentes quedaron descolgados de la gestora -en el caso de Vigo por decisión propia-, pero al emerger la operación que acabó destronando a Pedro Sánchez, reivindican ahora su parcela de poder en PSOE gallego.

Nombres como los de José Blanco, Ricardo Varela o Carmela Silva, que forman parte de este grupo de dirigentes, suenan en las quinielas internas como potenciales sustitutos de Pilar Cancela en una nueva gestora del PSdeG. Pero la intención deslizada desde Ferraz es que, en caso de promover un cambio, se apueste por la unidad y la integración de todas las familias, lo que difícilmente podría hacerse sin contar con la gente que en su día estuvo parapetada en torno a Besteiro y el presidente de la Diputación de A Coruña, Valentín González Formoso.

La propia Pilar Cancela aludió ayer a los diferentes posicionamientos que hay en el partido sobre el rumbo a tomar y, en una entrevista en la Radio Galega, aseguró que «o mellor xeito» de solventar tales diferencias sería convocando un congreso.

Cancela también le sacó crédito a la posibilidad de que la gestora sea relevada de sus funciones pues, en su opinión, no tendría «moito sentido cambiar un órgano provisional por outro», cuando entiende que la que hay goza de plena legitimidad.

Pilar Cancela confiesa que pensó en dimitir para mantener el no a Rajoy

La presidenta de la gestora del PSdeG, Pilar Cancela, confesó ayer en una entrevista radiofónica que, al igual que hizo Pedro Sánchez, ella también valoró la posibilidad de renunciar al escaño en el Congreso para mantener su no a Mariano Rajoy y no abstenerse. Estuvo «a punto», dijo, de dimitir, pero finalmente optó por actuar «con responsabilidade», en contra de su «convencemento persoal», y no dar ese paso, pues podría llevar aparejado su inmediato relevo como presidenta de la gestora del PSdeG. El hecho de que Cancela haya entrado por el aro de la abstención, a diferencia de lo que hicieron compañeras suyas, como la ourensana Rocío de Frutos, le granjeó una ola de críticas en el PSdeG. Ella, ayer, se limitó a pedir «disculpas» a quien se haya sentido «enganado».