Rosario Porto: la mujer frágil que quiso empezar una nueva vida

GALICIA

Ed

En 1990, estudiando en París, sufrió el primero de cinco trastornos depresivos

21 nov 2020 . Actualizado a las 13:12 h.

Rosario Porto (Santiago, 1969) fue primero la hija de y después la madre de. Hija del famoso y bien posicionado abogado Francisco Porto y de la también popular Socorro Ortega, profesora de Historia del Arte en la universidad compostelana. Madre de Asunta, la primera niña china adoptada en la ciudad. A Charo, como la llaman sus conocidos, le encantó aquella notoriedad, aunque la gran inteligencia de su hija, que tenía altas capacidades, pronto se le hizo incómoda. Sus padres vieron en la nieta alguien que sí sería digno de la acaudalada familia, un apoyo que ella jamás sintió de sus padres, que le reprochaban que hubiese dejado la abogacía y el cargo de cónsul honoraria de Francia que heredó de su padre. Rosario fue siempre una mujer frágil, física y, sobre todo, psicológicamente. En 1990, estudiando en París, sufrió el primero de cinco trastornos depresivos. Hasta llegó a estar ingresada en un hospital psiquiátrico. Recuperó la ilusión cuando conoció a su amante y se divorció de Alfonso Basterra, pero aquellos días de felicidad duraron poco. Él está casado y no quiso romper su vida por ella. Le dijo que así estaban bien, que ambos tenían hijos y responsabilidades. Al poco, ella ingresó con una afección neurológica en el hospital y comprobó que, en ese delicado trance de su vida, solo puede apoyarse en su exmarido. ¿Cómo y por qué aceptó el plan para matar a su hija? Nadie lo sabe, solo ella. Ahora bien, los investigadores coinciden en que su motivación fue querer iniciar una nueva vida sin ninguna atadura del pasado. Por eso se alió con Basterra, y lo que consiguió fue justo lo contrario: un vínculo mortal que los unirá para siempre.