El complejo puzle de las mareas

Mario Beramendi Álvarez
Mario Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

GALICIA

La participación ciudadana busca su lugar en las candidaturas para las elecciones autonómicas, pero choca con la influencia que ejercen las cúpulas de los partidos

11 jul 2016 . Actualizado a las 13:40 h.

Canalizando el descontento social por la crisis y la corrupción, las mareas irrumpieron en mayo del 2015 en las elecciones municipales como el corcho de una botella de champán. Luego dieron pie a una candidatura para el Congreso, edificada en torno a tres partidos. Y ahora, con las autonómicas a la vuelta de la esquina, el proyecto llamado a sustituir la experiencia de Alternativa Galega de Esquerdas (AGE) en O Hórreo pretende recuperar la estrategia alumbrada en los comicios municipales, es decir, ir más allá de una mera coalición tripartita. Este fue el mensaje lanzado hace una semana por los tres alcaldes más significativos de las llamadas mareas municipales. Martiño Noriega, de Compostela Aberta; Xulio Ferreiro, de Marea Atlántica, y Jorge Suárez, de Ferrol en Común. El objetivo, ensanchar la base social. Y volver a ilusionar tras el resultado de En Marea el domingo 26 de junio, muy por debajo de las expectativas.

Las contradicciones

Diversas voces influyentes llaman a recuperar la metodología de trabajo de Mareas en Común, la plataforma que agrupa a una treintena de movimientos, y donde Marea Atlántica, de A Coruña, busca liderar el proceso. Pero más allá de la retórica que acompaña la construcción del proyecto político, de las llamadas a la participación ciudadana, del reclamo a construir todo de abajo hacia arriba, lo cierto es que el análisis de quién es quién en cada marea revela que detrás está el peso de los partidos.

Por ejemplo, en Santiago, en Vigo y en Ferrol, las cabezas visibles de las autoproclamadas candidaturas de unidad popular son destacados líderes de partidos políticos. Martiño Noriega, de Compostela Aberta, es portavoz nacional de Anova; Rubén Pérez, de la marea de Vigo, secretario de organización de Esquerda Unida (EU); y Jorge Suárez, de Ferrol en Común, es también militante de EU y un hombre próximo a Yolanda Díaz, la coordinadora del partido y la diputada de En Marea.

El mensaje

«O noso único interese é que o proxecto colectivo avance e que a confluencia poda disputarlle as eleccións ao PP e formar un goberno consistente», sostiene Martiño Noriega, alcalde de Compostela, quien se niega a entrar en el juego de poner nombres al candidato.

De hecho, es el único de los tres regidores de las principales ciudades en manos de las mareas que no se ha pronunciado ni a favor ni en contra de Beiras, al contrario de Xulio Ferreiro o de Jorge Suárez.

Vigo quiere más

«¿Quién puede ser esa persona?. Nosotros no decimos no a Beiras, pero deseamos alguien de consenso de todas las partes y que no tenga el perfil de una persona de partido, que sea neutral y desde luego no ponemos veto a nadie. Queremos alguien con recorrido en un proceso participativo abierto», explica desde Vigo Rubén Pérez preguntado sobre el candidato que liderará el proyecto de una marea autonómica.

El cabeza de la marea viguesa y el portavoz del grupo municipal llama a tener en cuenta el peso que tiene el movimiento de «unidad popular» en la ciudad más poblada de Galicia. «Lo que sí reclamamos es que Vigo juegue un papel más importante que el de las generales. Se centra todo en las tres ciudades con alcaldes de las Mareas, pero Vigo aporta los votos y por tanto tiene que pintar más; el dato concreto es que En Marea recibió en Vigo casi 51.000 sufragios y A Coruña, Santiago y Ferrol juntas poco más de 63.000», aclara.

Diferentes familias

Entre las familias de las mareas, además, hay modelos muy distintos. El proceso de A Coruña nada tiene que ver, por ejemplo, con el de Santiago, donde la candidatura de Compostela Aberta estuvo dirigida por un pacto entre Esquerda Unida y Anova, aunque después se le pusiera la etiqueta de proyecto de unidad popular para asemejarlo de alguna forma a una marea ciudadana.

Los caminos en el resto de ciudades también tienen su propia ruta. En Lugo incluso hubo dos mareas. Una de ellas, denominada Lugonovo, está dirigida por militantes de Compromiso por Galicia y Anova y cuenta con tres concejales. Santiago Fernández Rocha es su cara más visible. Este maestro y padre de dos hijos, se autositúa políticamente en el centro izquierda y reconoce que allá en la prehistoria de la actual etapa democrática estuvo vinculado al CDS de Adolfo Suárez.

La sombra de Podemos

En Ourense, por ejemplo, el líder de la marea es un independiente que tiempo atrás militó en Anova; preguntado por el proceso para las autonómicas, Martiño Vázquez Mato se muestra reacio a poner nombres de candidatos. «Non é tanto un nome ou nomes concretos como desenvolver o proceso segundo os nosos principios. Sen ir máis lonxe, no caso de A Coruña nunca soara o nome de Xulio Ferreiro e non so resultou elixido senón que hoxe en día é o alcalde de A Coruña», advierte.

Marea Pontevedra se define como «unha cooperativa democrática cidadá radical fundada co propósito de presentar unha candidatura de unidade popular». Su coordinador, Xoán Hermida, es un hombre históricamente muy vinculado al fallecido Anxo Guerreiro, líder del comunismo en Galicia durante años. Ahora forma parte de Espazo Equo.

«En Pontevedra fomos capaces de construír un espazo de cidadáns, con xente afectada pola aplicación das políticas locais do alcalde Lores; eu sempre falo dos pequenos Gamonales, en Pontevedra nin Anova nin Esquerda Unida teñen unha gran implantación na cidade; vouche dar un dato, dos 21 membros da mesa coordinadora da Marea de Pontevedra, 18 non teñen militancia política», explica Xoán Hermida.

La vieja cultura política

El discurso de las mareas municipales choca con el modus operandi de las organizaciones políticas tradicionales. Y se da la circunstancia de que en las autoproclamadas candidatura de unidad popular hay liderazgos cuya cultura política no viene de los movimientos ciudadanos o del 15-M sino de los viejos partidos.

Es el caso de Martiño Noriega, muchos años militante del BNG, o de Xulio Ferreiro, que también fue afiliado del frente. Lo mismo puede decirse de otros líderes políticos muy influyentes en otras mareas ciudadanas, como es el caso de Rubén Pérez en Vigo o de Yolanda Díaz en Ferrol.

Ambos vienen del Partido Comunista de Galicia (PCG), donde impera el centralismo democrático como filosofía de funcionamiento. Y que consiste en el sacrificio de la libertad en aras de la máxima eficacia. Lo más alejado de la participación ciudadana.