Los vientos y la corriente del Golfo explican que los inviernos sean más fríos en la ciudad de los rascacielos
15 mar 2020 . Actualizado a las 21:33 h.Nueva York y Galicia se encuentran prácticamente en la misma latitud, 40° Norte de distancia del Ecuador. Sin embargo, los climas son bien diferentes. Los inviernos son más fríos y crudos en la ciudad estadounidense que en la comunidad gallega, y los veranos mucho más calurosos. La temperatura media en un mes de enero en Nueva York es de 0 grados, y en A Coruña de 10. En julio, el valor medio del que disfrutan los neoyorkinos alcanza los 24,7 mientras los coruñeses se quedan en 19.
¿A qué se debe esta diferencia térmica entre la comunidad gallega y la costa este de los Estados Unidos?
Anticiclones y borrascas. Uno de los factores que influyen en esa diferencia de clima tiene que ver con las bajas presiones y los vientos. «As borrascas van circulando nas latitudes medias dende o oeste cara o leste, e o vento vai en contra das agullas do reloxo», explica Juan Taboada, de MeteoGalicia, «de forma que a Estados Unidos o vento das borrascas chégalle de compoñente norte, polo tanto as borrascas que aquí provocan temperaturas relativamente suaves, a eles lles entran ventos de norte-noreste, moi fríos, e temperaturas moi baixas e nevadas intensísimas». Esas bajas presiones entran, sin embargo, en Europa con vientos de suroeste, por lo que los valores son bastantes suaves.
Sin embargo, los veranos en la ciudad de los rascacielos son bastante más calurosos debido a que el anticiclón provoca que en Galicia los vientos sean de componente norte mientras en Nueva York son de componente sur, impulsando el aire cálido procedente del Golfo de México, que es además muy húmedo, lo que genera que el número de días de lluvia sea prácticamente el mismo en invierno que en verano.
La Corriente del Golfo. En el océano hay corrientes marinas, ríos que circulan desde la superficie hacia el fondo. Además de mover el aire caliente hacia los Polos y el frío hacia el Ecuador por medio de los vientos, la Tierra trata de compensar las diferencias térmicas a través de la corriente termohalina, que circula por todo el planeta transportando frío hacia las zonas ecuatoriales y calor hacia las polares. La parte que transcurre por el Atlántico Norte se llama Corriente del Golfo. «É unha corrente cálida que vai deixando calor cara Europa occidental», explica Taboada, que añade que en Norteamérica tienen «a corriente do Labrador, que é fría».
Hay estudios que apuntan a que si la Corriente del Golfo se debilitase, la temperatura podría bajar en Europa, y esto es algo que ya está ocurriendo. El deshielo del Ártico está desplazando agua dulce y fría hacia el Atlántico y alterando la Corriente.
Circulación del oeste. Los sistemas meteorológicos se desplazan de forma que el aire que llega a Europa procede del mar, por lo que las temperaturas son un poco más altas, mientras que en Nueva York llega de la zona continental.
Lloverá este fin de semana, pero se espera buen tiempo para los festivos
El buen tiempo de los últimos días durará poco, y MeteoGalicia augura lluvias desde mañana viernes hasta el domingo. Los chubascos comenzarán mañana por la tarde y, tras una tregua el sábado por la mañana, seguirán esa tarde y el domingo. Sin embargo, las previsiones apuntan a que a partir del lunes comenzará a mejorar, y si se confirman, para los festivos de Semana Santa hará buen tiempo.
El segundo invierno más cálido en 50 años deja una temperatura media de 10,1 grados
Galicia encara el tramo final del que está siendo el segundo invierno más cálido de los últimos 50 años y uno de los más lluviosos, en concreto, el tercero más húmedo desde 1985. Durante los tres meses de esta estación, la comunidad ha registrado una media de 10,1 grados. Para calibrar hasta qué punto esta es una temperatura inusualmente elevada tampoco hay que remontarse muy atrás en el tiempo. Basta compararla con la del invierno pasado, cuando la media en las cuatro provincias fue de 7,9 grados, 2,2 menos que en el actual.
El otro rasgo que caracteriza la estación que termina es la alta pluviosidad. Según los datos de MeteoGalicia, las precipitaciones recogidas este invierno superaron en un 63 % los valores habituales. Con estos datos en la mano, la conselleira de Medio Ambiente, Beatriz Mato, subrayó ayer la evidencia de la necesidad de combatir el cambio climático.